“MOA”, proyecto largometraje de ficción del cubano Marcel Beltrán, llega a La Fabrique Cinéma de Cannes

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Fotograma de "Moa"; Marcel Beltrán
Fotograma de "Moa"; Marcel Beltrán (IMAGEN Vía: variety.com)

“MOA”, el primer largometraje de ficción del realizador cubano Marcel Beltrán, actualmente en etapa de desarrollo avanzado, participa por estos días en La Fabrique Cinéma, un programa de apoyo a la producción del Institut Français emprendido junto al prestigioso Festival Internacional de Cine de Cannes, cuya 77 edición se celebra desde el día 14 y hasta el 25 de mayo. “Una incubadora de talentos jóvenes”, tal como se califica a sí misma, La Fabrique Cinéma impulsa primeras o segundas películas de creadores “del sur global o de países emergentes” que “algún día podrían integrar la selección oficial de Cannes”.

Este proyecto de Beltrán, uno de los directores contemporáneos más reconocidos de la isla (hoy establecido en Brasil), es una producción de Mediocielo Films, compañía independiente fundada en 2019 por el autor en asociación con la productora y distribuidora brasileña Paula Gastaud. Interesada en “películas de autor de alta calidad y con enfoques innovadores”, Mediocielo Films estableció alianzas de coproducción con las empresas JBA Production (de Francia) y Maria Farinha Filmes (de Brasil) para sacar adelante el filme.

“MOA” ha arribado a la cita francesa contando ya con el apoyo de ArteKino International, la Embajada Francesa en Cuba, Visions Sud Est, Projeto Paradiso, Moulin d’Andé y CNC. Además, participó antes en eventos de mercado como Locarno Open Doors Hub (2022) y Ventana/Sur Proyecta (2023). Gastaud declaró a LatAm Cinema, plataforma informativa sobre la industria fílmica latinoamericana, que en Cannes aspira a “establecer alianzas con España, Holanda y Noruega”, así como a encontrar agencias de venta y distribuidoras “que permitan conseguir una financiación sin trabas, crucial para asegurar los recursos que todavía necesitamos para realizar el rodaje en Cuba”.

Este primer largometraje de ficción de Beltrán emplaza su historia en la ciudad homónima del este de Cuba, donde “la vida gira en torno a minas de níquel”. El realizador creció allí y cuenta que “el pueblo alguna vez fue un tesoro costero, pero se transformó ante mis ojos en un epicentro minero, un cambio que alteró por completo mi relación con el paisaje. Cuando regresé años después, un impulso imparable me movió a captar esa complejidad”.

El argumento de “MOA” sigue a “una bióloga apasionada”, Solange, quien “regresa a su ciudad natal para realizar un estudio de impacto ambiental” y está dispuesta, además, a restablecer vínculos con su pasado. Una vez allí, ella “encuentra un paisaje ancestral amenazado”; al precio de poner en riesgo su matrimonio, “se distancia de la instalación minera dominada por hombres” y “abre los ojos a antiguos misterios, fantasmas y leyendas de los indígenas taínos”, pobladores originales del lugar y primeros habitantes de Cuba. Mientras todo esto sucede con Solange, “Chino, su compañero, un geólogo decidido a conseguir un ascenso laboral en la fábrica, persiste en sus esfuerzos de perforación a pesar de los conflictos que genera entre ellos”.

La película “ahonda en las emociones de Solange […], cuya conexión con la naturaleza es tan profunda como las raíces de los árboles que protege”, dice Beltrán en una nota para La Fabrique Cinéma. Y también en las del Chino, “cuyo destino parece inexorablemente ligado a la industria minera que devora la tierra”. Esta película en ciernes está “inspirada en la vida de mi madre y en las leyendas míticas de los taínos”, agrega el director. “Es un intento por profundizar en el eterno enfrentamiento entre la codicia humana y la resistencia de la naturaleza”.

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Beltrán es autor de memorables documentales, entre los que destacan La música de las esferas y La Opción Cero. Este último, en especial, disfrutó de un excelente recorrido internacional: participó en más de cuarenta certámenes (HotDocs y Locarno son algunos de ellos) y fue premiado en IDFA, el festival de Ámsterdam consagrado a la no ficción. Su cortometraje de ficción La Nube, donde el realizador disecciona las complejidades de los lazos afectivos de una familia, obtuvo en La Habana el Premio Coral en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Este 2024, además de “MOA”, otros dos proyectos de América Latina fueron escogidos en La Fabrique Cinéma: “Resistencia”, de la dominicana Yanillys Pérez, y “El último rey”, del peruano Víctor Checa. “Resistencia” narra las desventuras de una niña de igual nombre, de 12 años, que desea recuperar la compañía de su madre. A su corta edad ella debe cuidar a sus hermanas pequeñas, mientras la mamá trabaja en una mina, lejos de la casa, para ganar dinero y poder regresar a su país. “Desafiando todos los pronósticos”, se apunta en la sinopsis, “Resistencia decide ir en busca de su madre y traerla de vuelta con ella y sus hermanas”.

Por su parte, “El último rey” procura “desafiar las convenciones de géneros como el western y el cine de vampiro”, apunta su realizador, al mirar a través de estos “el contexto de la realidad peruana y la herencia colonial”. El filme imagina el Desierto de Sechura en el año 2060, donde Martín, heredero de terratenientes, “resucita de su tumba como vampiro”. El muchacho, de 15 años, se instala en la vieja mansión familiar y, cuando las adolescentes hermanas María y Flora lo visitan, “se embarcan en un viaje desgarrador del que solo uno podrá sobrevivir”.

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