Mozart proposes to Marie Antoinette
On her lap, her frigid lap he sat,
all fire and form. She restrained a forlorn
desire for the child under the crumpled silk of songs.
Multitudinous was the classroom of their Love
at the anti-imperial palace—brocades bespoke distressed,
tiny syllables blown through the rooms. And the clown,
the little clown proposed! The virgin laughed and faded.
He manned the piano and clutched her tit
delighted at the nipple, the milky royal nipple
so musical and blond. For her he played trombone.
She accepted, so competent in History and Painting.
A cabriolet traversing the forest and the lawns that
took her to her Louis Bourbon. But Mozart was her son!
Her headstrong rolled, being severed. All happened in
the jiffy of tempos given to mortals. He debunked himself.
Lackadaisical genius who treated all of Austria
as something of a score.
Mozart le propone matrimonio a María Antonieta
En su regazo, su gélido regazo se sentó,
todo fuego y forma. Ella contuvo un triste
deseo por el niño bajo la seda arrugada de las canciones.
Multitudinaria fue el aula de su Amor
en el palacio antiimperial: brocados angustiados,
pequeñas sílabas volaron por las habitaciones. ¡Y el payaso,
el payasito le propuso matrimonio! La virgen rio
y se desvaneció. Mozart tripuló el piano y le agarró una teta
encantado con el pezón, el pezón real lechoso
tan musical y rubio. Para ella tocó el trombón.
María aceptó, muy competente en Historia y Pintura.
Un coche atravesaba el bosque y el césped que
la llevó a su Luis Borbón. ¡Pero Mozart era su varón!
Rodó su cercenada testadura. Todo pasa en
el santiamén de tempos dados a los mortales. Él se refutó
a sí mismo. Genio holgazán que trató a toda Austria
como a una suerte de partitura.
