Tema: poesía latinoamericana contemporánea
Para Antonio Piedra
Antes, y ya son décadas fraguaba belleza, en el
harnero de Dios cribo
hoy, fuga de auroras,
vacío vegetal (río) rocío
matinal, polvillo óseo:
me contento esquivando,
me pongo de perfil, un
solo ojo para mirar a
fondo como me
desfondo, con un ojo
se ve menos: despacio
voy variando, me
contento viendo
sobrenadar en la
superficie del
momento algún
quehacer, la ventana,
una...
Las cajas guardan
momentos que no terminaron,
momentos que prometían.
En esas cajas que no me atrevo a tocar
se han reunido cuentos y novelas,
poesía, lápices y plumas
que no pudieron seguir contando.
Cada vez que decido poner fin
a la tal caja
y me encuentro un libro
o una hoja de papel,
me tiro en la cama,
me agarro...
Me mostraron sus sonrisas
atrapadas por la mueca.
¿Qué otra palabra existe?
¿enojo?, ¿cadalso?, ¿guillotina?
Ahora me toca dar testamento
de cómo se hicieron camellos,
caballos,
Pegasos y unicornios.
¿Cuándo dieron sus mentes
a los sacerdotes del tedio,
a la ciencia y las agujas?
A mi madre la guardaron
las hormigas del convento.
Se dio luz a sí misma.
Salí con una cabeza...
Descompuestos.
Golpeados.
Los pies llagosos.
La caravana de inmigrantes.
De camellos.
Un dolor que camina.
Dobladitos.
Mochileros.
Dejando un ojo en la península de Yucatán.
Una pierna en Tecún Umán.
El corazón en el río Suchiate.
Reptando hacia arriba.
Boqueando.
Soñando con la tierra del póster
de las sopas Campbells
que a ninguno le dará de comer.
Si nos hubiéramos querido.
Si hubieras dejado a un lado
cualquier ambición.
Si hubieses dejado de mirarte al espejo,
ese incesante
instrumento de distancias
y esperas. Yo creí que era de arena,
sin forma, yeso blanco,
polvo, churre, cualquier elemento
pero no persona.
Todavía no lo soy.
A punto de partir
sin enterarme de cómo fue
ni quién soy. No me acuerdo...
Alzadlo. Roce su mano su descomposición, tras
el barandal beatos
y vestales, y las
arrepentidas mirando
la escena, se les nuble
la vista: vean el coro
de espaldas, capas
pluviales, en un
callejón sin salida.
Se retire, y aún no entienda. Todavía no balan en el
redil los corderos, no
se oye mugir, gañir,
gamitar, qué se hizo
de la curruca y...
Bienestar, ésa es la realidad, y no la idea demasiado
abstracta de la felicidad.
Sentarme al atardecer al pie del Espantapájaros, a
lo lejos deje de dar
vueltas el catavientos,
haya amistad
(distributiva) entre
semillas de cebada
(actividad razonada)
y los gorriones.
Y tener un vientre equino (rumiante) poder digerir
el heno y la fajina.
El rascón a...
El libro de José Kozer, ʻEjesʼ, vuelve a ponernos ante un gran poeta de los animales, como lo fueron Bashō, Ted Hughes, Lezama.
Nicanor Parra fue el último caballero de las letras en Chile. Ha muerto Enrique Lihn. Ha muerto Teillier. Han muerto Millán y Bolaño.
Retrato como eco
¿En qué escondrijo de ti gesticula la noche?
¿Quién te enseñó a crearte
disfraces y verdades como ropas de tu acontecer?
¿Por qué mano transcurres
al tacto azogado de la permanencia?
¿Qué ases que no sea quietud,
estruendo, quietud, estruendo?
Mazmorras de ignorarte,
mina de bajar a buscarte.
Cada vez más profundo descender
y hallar el estupor...