La cineasta estadounidense Laura Poitras (1962) conquistó este sábado el León de Oro a la Mejor Película del 79 Festival Internacional de Cine de Venecia con All the Beauty and the Bloodshed, segundo documental en la historia en hacerse con el codiciado galardón. La directora y productora nacida en Boston, Massachussetts, suma este premio a otros como el Pulitzer por Servicio Público y el Oscar a Mejor Documental gracias a Citizenfour (2014), su filme sobre la vigilancia global organizada por el gobierno de Estados Unidos y el caso del denunciante Edward Snowden.
En esta ocasión, Poitras coloca su ojo documental sobre la intensa biografía de la fotógrafa y activista Nan Goldin (1953), cuya labor artística contracultural se trenza con otras batallas como la emprendida contra la acaudalada familia Sackler, dueños de las compañías Purdue Pharma y Mundipharma.
Los Sackler, “conocidos sobre todo por sus ricas donaciones a grandes museos”, según reseña El País de España, “pero cada vez más repudiados también gracias a las denuncias de Goldin y sus compañeros –y del libro El imperio del dolor, de Patrick Radden Keefe–”, son acusados de provocar unas 400 mil muertes por sobredosis sólo en Estados Unidos “debido a sus fármacos opiáceos que les dieron beneficios millonarios”.
Antes de All the Beauty and the Bloodshed, el único documental que mereció el lauro principal en Venecia había sido, en 2013, Sacro GRA, de Gianfranco Rosi.
Durante la velada sabatina el León de Plata/Gran Premio del Jurado fue a manos de la francesa Alice Diop (1979) por su película Saint Omer, que sigue un juicio por infanticidio en la localidad de ese nombre, adonde asiste una novelista con la intención de utilizar esa historia para una moderna adaptación del mito clásico de Medea. La cinta también fue reconocida con el Luigi de Laurentiis (León del Futuro) a la Mejor Ópera Prima y otros premios colaterales.
“El corazón de una mujer de color puede alcanzar lo universal. Y ese es también un mensaje político”, afirmó la directora de ascendencia senegalesa.
Por su parte, el italiano Luca Guadagnino –con nominaciones al León de Oro, el Oscar y el Bafta– se llevó en la gala veneciana el León de Plata al Mejor Director por Bones and All, una adaptación de la novela homónima de Camille DeAngelis sobre una joven caníbal en viaje por las profundidades de Norteamérica.
“Gracias por creer que hay un sitio en el mundo para los monstruos”, dijo Guadagnino, quien dedicó su lauro a Jafar Panahi, Mohammad Rasoulof y Mostafa Aleahmad, tres cineastas iraníes encarcelados en su país. “Viva la subversión y viva el cine”, zanjó el director de la elogiada Trilogía del Deseo, compuesta por Yo soy el amor (2009), Cegados por el sol (2015) –o A Bigger Splash, en inglés, como el famoso cuadro de David Hockney– y Call Me by Your Name (2017).
Igualmente, Panahi –a quien Poitras también dedicó su triunfo– fue distinguido en la prestigiosa ceremonia. In absentia, recibió el Premio Especial del Jurado por No Bears, mientras aún permanece tras las rejas, condenado a seis años por lo que el régimen de Irán considera propaganda en su contra.
La película de Guadagnino atesoró asimismo el Premio Marcello Mastronianni al intérprete revelación, que recayó en Taylor Russell, su protagonista.
En cuanto a las Coppa Volpi a los mejores actriz y actor de esta edición, fueron para dos estrellas internacionales como la australiana Cate Blanchett –por Tár, de Todd Field– y el irlandés Colin Farrell –por The Banshees of Inisherin, de Martin McDonagh.
“El premio a Blanchett se antojó obligatorio, lo que impedía que Tár aspirara al León de Oro, por el reglamento interno de la Mostra. Entre tantos méritos, uno más: la competencia. Tanto Ana de Armas, por su retrato de Marilyn Monroe en Blonde, de Andrew Dominik, como Trace Lysette, la solitaria transexual de Mónica, de Andrea Pallaoro, habrían podido merecer el premio. Su único problema fue toparse con Blanchett”, aseguró Tommaso Koch, corresponsal de El País. “Y Farrell compone una clase magistral de silencios, dolor, incredulidad, ternura y hasta humor. Tanto él como Brendan Gleeson, en la piel de su nuevo mejor enemigo, son uno de los pilares que sustenta la película. Aunque el filme tiene mucho más que ofrecer. Como demostración, el otro galardón que obtuvo, para McDonagh, al mejor guion”.
El Jurado de esta Mostra de Venecia estuvo integrado por su presidenta, la actriz Julianne Moore, así como por Mariano Cohn, Leonardo Di Costanzo, Audrey Diwan, Leila Hatami, Kazuo Ishiguro (Premio Nobel de Literatura) y Rodrigo Sorogoyen, quienes tuvieron la responsabilidad de evaluar los 23 filmes en competencia.
Por otra parte, la Federación Internacional de Críticos de Cine (FIPRESCI, por sus siglas en inglés) seleccionó el filme Argentina, 1985, de Santiago Mitre, como el mejor en concurso este año en la città de los canales y las góndolas.
En la sección paralela “Horizontes de Venecia”, el premio a mejor guion fue para el chileno Fernando Guzzoni por Blanquita, coproducción de Chile, México, Luxemburgo, Francia y Polonia). El resto de apartados en este certamen tuvieron como ganadores a cineastas y obras de Irán, Austria, Polonia, Francia, Mongolia, Siria y Reino Unido.
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