Dos tomos de El Quijote –la tercera edición de la primera parte (1608) y la primera de la segunda (1615)– y la edición príncipe de las Novelas ejemplares (1613), todos aparecidos en vida de su autor, Miguel de Cervantes (1547-1616), fueron vendidos este miércoles en París por más de 900 mil euros como parte de un lote de 87 libros antiguos provenientes de la biblioteca personal de Jorge Ortiz Linares, quien fuera embajador de Bolivia en Francia (nombrado en 1947).
El precio de ambas entregas de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha fue exactamente de 504 mil euros, mientras que el volumen de las Novelas ejemplares de honestísimo entretenimiento –escritas entre 1590 y 1612, y reunidas en colección por Juan de la Cuesta– llegó hasta los 403 mil 200 euros, de acuerdo con la renombrada casa de subastas Sotheby´s.
También se encontraba en ese conjunto una primera edición pirata de El Quijote, impresa en Lisboa en 1605 por Jorge Rodriguez, la cual se saldó en 56 mil 700 euros. Según trascendió, ese ejemplar comprende la primera representación gráfica del simpar gentilhombre manchego Alonso Quijano y su escudero Sancho Panza.
La subasta incluyó además tres volúmenes del Inca Garcilaso de la Vega –cronista mestizo de Indias, cuyas obras principales son los Comentarios Reales de los Incas (1609) y su segunda parte, la conocida Historia General del Perú (1617)– y una edición de La tauromaquia correspondiente la famosa serie de grabados (1816) del pintor español Francisco de Goya.
Todos esos valiosos libros se encontraban en la residencia parisina de Ortiz Linares, en el número 34 de la Avenue Foch, cuyas estanterías alojaban igualmente –según reportes de prensa– ediciones únicas de autores clásicos franceses como el filósofo René Descartes y los dramaturgos Pierre Corneille y Jean-Baptiste Poquelin, Molière.
Las joyas cervantinas fueron adquiridas en los años treinta por el diplomático y coleccionista boliviano, quien desembolsó en la librería londinense Maggs Bros los montos respectivos 100 y 750 libras de la época por el primero y la segundo tomos de El Quijote. Ambas piezas bibliográficas fueron encuadernadas hacia 1750 para un coleccionista en Inglaterra.
“Es la única corregida por Cervantes”, enfatizó respecto a la referida tercera edición (también a cargo de Juan de la Cuesta) Anne Heilbronn, jefa de libros y manuscritos de Sotheby’s, en declaraciones a El País de España. “Es el texto que hoy sirve de matriz para todas las ediciones de Don Quijote, y para Cervantes era su edición definitiva”.
En cuanto a la segunda parte de la que es ampliamente considerada “la primera novela moderna”, Sotheby’s certificó que se trata de “una de las ediciones más raras” del así apodado Manco de Lepanto.
Las Novelas ejemplares habrían sido encuadernadas en este caso para Jerôme Bignon, bibliotecario real de Luis XIV.