Presentación

Cuando Edmundo Desnoes (1930-2023) regresa a La Habana en 1959, como otros tantos escritores cubanos exiliados durante la dictadura de Fulgencio Batista, tenía en su haber unos poemas en la revista Orígenes, la colección de cuentos Todo está en el fuego (1952), y un periodo de casi cuatro años fuera de Cuba (julio 1956 – mayo 1960) como traductor y redactor en una revista de actualidad de nombre Visión, que se publicaba en español desde Nueva York hacia América Latina. Su entrada al magazine literario Lunes de Revolución se debió precisamente a un desacuerdo con dicha publicación, a raíz de que se publicara en ella un trabajo en el que se ponía en duda la sinceridad de la Reforma Agraria impulsada por el gobierno revolucionario con Fidel Castro a la cabeza. Mostrando su oposición a este discurso y, a la vez, su respaldo al proyecto revolucionario, Desnoes no solo renunciaría a Visión, sino que se inaugura en Lunes con un trabajo en el que denuncia su discurso proestadounidense e imperialista. Este sería el primer artículo de un total de veintiuna colaboraciones, entre narrativa, crítica y traducciones, que aparecieron bajo su firma en el célebre semanario dirigido por Guillermo Cabrera Infante.

En su paso por la revista durante dieciocho meses, Desnoes colaboró como columnista de temas políticos e hizo crítica de literatura, música y cine. Con una prosa concisa y libre de jerga, escribió con la idea de educar al lector común sobre las posturas adoptadas por artistas y pensadores progresistas europeos, norteamericanos y latinoamericanos en temas como el subdesarrollo en el entonces llamado Tercer Mundo; el auge de Estados Unidos como potencia militar, económica y cultural; la unidad y la identidad latinoamericanas; así como la importancia de la libertad de creación para la innovación y la expresión estéticas.

En sus textos, el autor de Memorias del subdesarrollo (1966) defiende los oscuros experimentos del cine, la música y la pintura de la primera mitad del siglo XX, recurriendo en ocasiones a la anécdota y al lenguaje coloquial para llegar y persuadir al lector reacio o poco informado. En un artículo reconoce y a la vez objeta la desconcertante respuesta de un espectador en una proyección en La Habana de Hiroshima mon amour, la poco convencional adaptación de Alain Resnais del enigmático nouveau roman de Marguerite Duras; en otro explica por qué compositores y críticos clásicos latinoamericanos como los mexicanos Carlos Chávez y Alejo Carpentier admiran la innovadora aunque impopular incorporación de sonidos tecnológicos en arreglos orquestales de Edgar Varese; en otras piezas, lee a poetas de América Latina como José Martí y Pablo Neruda en tanto ejemplos de una mentalidad latinoamericana continental unificada que promueve un ethos anticolonial frente a Norteamérica.

Aunque Desnoes denuncia sistemáticamente la política exterior y el intervencionismo, acusando a los Estados Unidos de arrogantes y egoístas, y al American way of life como corrupto y decadente, desde sus escritos pone la mirada y promueve el trabajo y la figura de intelectuales y artistas progresistas norteamericanos. Así lo vemos comentar favorablemente sobre teóricos políticos como Walter Lipmann o sobre el llamado padrino de la Nueva Izquierda norteamericana C. Wright Mills. Y lo hará con poetas afroamericanos y escritores de izquierdas como Langston Hughes, Arthur Miller y Norman Mailer, a los que presenta como autores marginados que impugnan la lógica especuladora de la sociedad capitalista estadounidense y que, por tanto, deberían ser considerados potenciales aliados estratégicos para la causa de la Cuba revolucionaria.

Por último, más no menos sintomático de la circunstancia, Desnoes se une a la troupe de escritores de Lunes que se mostraban fascinados por la figura de Fidel Castro en tanto veían en él a un líder carismático excepcional, “únicamente cubano” y “autóctono”; aunque definitivamente estaba impulsado más por una búsqueda anticolonial de unidad y soberanía nacional inspirada por el ideario de Martí que por la filosofía de la lucha de clases importada con el marxismo-leninismo que luego se impondría oficialmente en la isla.

Este expediente reúne los diecinueve artículos y reseñas publicados por Edmundo Desnoes en Lunes de Revolución, entre mayo de 1960 y noviembre de 1961, cuando se hallaba en medio del fragor revolucionario de los primeros años, y antes de autoexiliarse definitivamente en 1979 y volver a Nueva York. Con él queremos estimular la revisión de su pensamiento y su escritura periodística luego de que falleciera el pasado 7 de diciembre de 2023.

César A. Salgado

Documentos


* Este expediente ha sido coordinado por César A. Salgado y Roberto Rodríguez Reyes.

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