El pasado 15 de agosto, en el marco del Festival de Salzburgo 2020, la West-Eastern Divan Orchestra ofrecía un concierto bajo la dirección de su fundador, el célebre pianista y conductor argentino-israelí Daniel Barenboim, dedicado a la memoria de las víctimas de las explosiones ocurridas recientemente en Beirut, la capital del Líbano.
El programa de este concierto comprende una serie de piezas altamente emblemáticas dentro de la música romántica y contemporánea: abre con el Idilio de Sigfrido para orquesta de cámara, un poema sinfónico compuesto por Richard Wagner para celebrar el cumpleaños de Cósima, su mujer, más tarde incorporado a la ópera Siegfried, la tercera parte de la Tetralogía del Anillo; continúa con dos obras maestras de las vanguardias musicales del siglo XX (la Sinfonía de cámara No. 1 de Arnold Schoenberg y el Mémoriale de Pierre Boulez) y cierra con la Gran Fuga, una pieza de cámara tardía de Beethoven de sorprendente audacia melódica y armónica.
Desde la página web de la West-Eastern Divan Orchestra, los integrantes de la orquesta y su director, el maestro Barenboim, exhortan a los espectadores de este concierto a colaborar económicamente con filiales de la Cruz Roja o la Medialuna Roja para la atención y socorro de las víctimas de la explosión de Beirut.
La West-Eastern Divan Orchestra fue fundada en 1999 por Barenboim y el académico y escritor palestino residente en los Estados Unidos Edward W. Said, autor de Orientalismo, un texto clásico de los estudios poscoloniales. Esta orquesta, integrada por músicos israelíes, palestinos, árabes, turcos y europeos, fue concebida para promover un acercamiento cultural entre los pueblos árabes e israelí que contribuya a atenuar el violento conflicto que los enfrenta.
Además de los conciertos anuales que realizan todos los veranos, la orquesta organiza seminarios y programas académicos en música y humanidades. En 2016, fue nombrada Mandataria Mundial de las Naciones Unidas para la comprensión intercultural.