La Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) condenó “la represión política en Cuba y en particular la ejercida recientemente en contra de la historiadora e intelectual cubana Alina López Hernández”, quien recientemente fue sometida a un juicio bajo el cargo de “desobediencia” y condenada a pagar una multa de siete mil pesos cubanos en lo que sería –tal como han denunciado colegas suyos y otras voces de la sociedad civil– la culminación de un proceso sistemático de “acoso judicial”.
Pero la doctora Alina Bárbara López Hernández se ha negado otra vez a aceptar una decisión que considera arbitraria y fundamentalmente injusta; de manera que a la sentencia siguió la correspondiente apelación.
“Desde hace varios meses, la doctora Alina López Hernández ha sido objeto de actos de represión e intimidación a cargo de autoridades de su país, por medio de agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), de oficiales la Seguridad del Estado y de otras instituciones como la Fiscalía General de la República, en franca violación de sus derechos humanos y ciudadanos”, destaca en el pronunciamiento de la mayor plataforma académica y profesional –con más de 13 mil miembros– dedicada al estudio de temas latinoamericanos.
LASA repasa en el texto algunas “formas de violencia” a que ha sido sometida la doctora López Hernández: “acoso directo y desde redes sociales; agresiones físicas; detención arbitraria; cortes y relantización del acceso a Internet; limitación de la libertad de movimiento e impedimiento de viajar al exterior para participar en encuentros profesionales; así como presiones y amenazas a familiares, colegas y amigos”.
Criticada con anterioridad por académicos, intelectuales y activistas cubanos por lo que han considerado posturas tibias frente al régimen de la isla, la organización con sede en Estados Unidos no ha dudado esta vez en presentar públicamente el caso de esta “reconocida académica, afiliada a varias organizaciones profesionales cubanas e internacionales, entre ellas la Academia de la Historia, Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y LASA”.
El comunicado aparecido este lunes 11 de diciembre recuerda que antes del juicio por “desobediencia” (28 de noviembre), López Hernández –quien ejerció además, hasta su renuncia, como coordinadora de La Joven Cuba— había estado “bajo reclusión domiciliaria desde el 14 de junio del año en curso, tras su negativa a cumplir con una citación ilegítima e inconstitucional”.
Hace un par de semanas, señala LASA, “fue declarada culpable por un tribunal nacional” tras una vista oral que “se produjo en un contexto militarizado e intimidatorio, con claras demostraciones de fuerza por parte de las autoridades, arbitrariedades y violaciones de derechos del debido proceso, tanto sobre la persona de la doctora López Hernández como de las ciudadanas y ciudadanos que acudieron al acto”.
La declaración de LASA subraya finalmente que “relevantes intelectuales y organizaciones de la sociedad civil cubana e internacional se han pronunciado y repudiado los actos represivos contra la historiadora”.
“La Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA por sus siglas en inglés) acaba de publicar este pronunciamiento que mucho agradezco”, manifestó en redes López Hernández, quien en los últimos tiempos no solo es reconocida en la esfera pública isleña como intelectual de izquierdas, sino también como activista cívica y política. “El mismo sienta un precedente significativo al expresar preocupación, no solo por mi caso sino por la represión política que se sufre en Cuba”.
“Desde el pasado 14 de junio, cuando fui instruida por el delito de desobediencia, he intentado develar, no solo cómo funcionan los mecanismos legales y de coacción en mi país, sino de qué manera se manifiesta el poder a medida que esos mecanismos son probados”, escribió la profesora cubana el pasado 30 de noviembre en un análisis de su caso en la plataforma CubaxCuba. “Hacerlo es contribuir a la educación cívica, al demostrar la exclusión permanente de la ciudadanía y la imposibilidad real del ejercicio de derechos constitucionalmente establecidos; evidenciar que la declaración de Cuba como «Estado socialista de derecho y justicia social» –interpretada de forma muy peculiar por la clase política que nos gobierna–, es en verdad una falacia, y convencernos de la necesidad de transformar esta situación”.
Si LASA se ha pronunciado en el sta oportunidad contra el atropello que se ha estado cometiendo contra esta intelectual, es porque como bien dice en este artículo ella es una “intelectual de izquierdas”, de lo contrarío LASA se hubiera mantenido sordo y mudo, pues Lis intereses de esta institución están estrechamente atados a la izquierda y como tal a los socialistas y comunistas. Hasta ahora dicha institución no se ha expresado nunca ante las graves violaciones y atropellos que el régimen comunista de La Habana ha propiciado sobre cientos de artistas e intelectuales ya que ellos se han enfrentado a las ideas de la izquierda. Esta acción actual de LASA demuestra claramente de qué lado y que se puede esperar de dicha institución.
He estado presente en un encuentro de LASA en la Universidad de Miami y se perfectamente cuáles son sus propósito e idearios.
Aquí mis «sonoros» comentarios sobre esta historia:
https://youtu.be/ncFmFmw5Dvw
https://youtu.be/H2YHGVMXuXg