Francisco de Zurbarán, ‘Agnus Dei’, 1635-1640 (MUSEO DEL PRADO)

Del Agnus Dei de Zurbarán

1.

Sin otros elementos
que la presencia simple
volumen o textura
de animal y de mesa

Como oveja a la muerte fue llevado
como cordero mudo
y así no abrió su boca

2.

Porque no hubo de simple
entre mudez y filo
sino baba y comenta para calmar los ánimos
apretar las barrigas

Y el natural que dice
lo estima más que cien carneros vivos

qué entonces
de simpleza

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Nuestra historia de grasa:
espesura en el diente lengua gorda pesando
y capas de saliva sobre toda
mesa animal volumen

que a la tierna molleja abríamos la boca
para negando en carnes
quede mudo el carnero

3.

fondo neutro
de objeto apetecible
volumen y textura
dispuestos en la estraza
para mercado género:

se vende lana buena de oveja recién viva

*   *   *

Nada a la vista salvo los aplazamientos
del agua.
La desviación pospuesta, su ansiedad
de escasos litros. Pareciera que vamos
anclados. No paramos de hincar
la punta hasta lo romo.
Esta planicie
deriva lo que el pie
no da a pisar. Dunas de arena
que la humedad ataja.
Y gastamos
lo seco.

[Sobre Lookout de Frances Leviston]

*   *   *

Hasta ahora había una línea
haciendo de labio. Después lo apropiado
crece, parecido a las magdalenas
levando. Y en el tajo redondo
ese pelo que vibra

que es un zumbido. Y por
cada ángulo
un bulto o una curva
y el gramaje abundado
irrumpiendo su eje. Cómo gana

lentamente grosor. Aquí los brazos
estirados se amoldan
a la armadura inútil. Pieza a pieza
montada
con lo que sobra.

Guarda
pierna, nuca, memoria en aquel punto
en que lo semejante
desaparece.
Para que toda fuerza
atine a golpearlo.

[Sobre Self-portrait with a swarm of bees de Jan Wagner, traducido por David Keplinger]

*   *   *

Ahora otra vez
porque sabemos todo del deseo
excepto por las partes interiores que sobran
pero esas nunca fueron importantes

damos explicaciones
sobre la modificación de un escenario
donde todo resulta parecido: vestir
la misma ropa
que está menos mojada
ignorar qué significa
continuamente quedarse, dejar que diente y dedo
resulten predecibles
de esta manera incluso
cuando faltan

no nos marchamos, déjame explicarte
hemos imaginado un plato
de papel donde había una boca
en lugar del anillo, las mejillas por dentro
cinceladas, extrañas, esperando
que nada las devore. Y nada ocurre
nada malo sucede, de verdad
con este
contenido.

[sobre Again, what do I know about desire? de Hieu Minh Nguyen]

*   *   *

Algo no queda. Como por ejemplo
en esta foto
la mano interrumpida
por el encuadre y las características
del aparato. Su materialidad.
Algo nunca sucedido dentro
o fuera del marco
sí queda, no obstante
el empeño en hacer conocido
lo ya opaco. Escuchamos
los pretextos:

veranos dilatados que la imagen
hacía no caber.
No destructiva, como lo es ahora
sino en cuanto el pasado permanezca
y sepamos más
de lo que sabemos.

[Sobre Framing de Jorie Graham]

*   *   *

El secreto es
tener miedo a
verter la sal, dejar que la muñeca
flaquee. Y casi demasiado
libere lo que asiente
sobre la piel como un pequeño cofre
sin cristal.
Debajo el pájaro
podría imaginar
otra vida y otro agradecimiento

oler lo que ha quedado
en la cocina ajena
—esos jugos que no
le pertenecen. Zanahoria,
patata.

Advertir que la sal no era suficiente
y que el plato era escaso.

[Sobre Bird de Toi Derricotte]

*   *   *

Piel gorda

you are beautiful because of your sadness, but
you would be more beautiful without your fear

piel fina soez te veo todo
ya te dijimos
tu delgadez
que emparienta del odio

procede en cercanía, dijimos
lo próximo y pequeño, ya
termínate cuécete

cocínate engórdate
practica tu destreza
adiposa, ejercita
el delicado velo de la grasa
la elegancia
del músculo

tosca estrechez
es la tuya, dijimos
tantas veces
y de muchas maneras

hasta formar el charco de saliva
que te tenemos preparado
con esta lengua gorda
pegado al hueso
para que ya hagas mutis
para no ver tu ruda nitidez
no más.

*   *   *

hay un ruido y no funciona

hago un ruido
para medir lo próximo
para calibrar el medio
de la propagación
y este comportamiento
no se atiene a su onda
de variabilidad.
En cambio el hábito
es nítido en el peso
y en la furia del mundo que acompaña.

Distinguir la silueta
de un brazo que se agita
y la naturaleza del gesto que
lo mueve
viniendo de la luz es imposible

*   *   *

Sueño con vida

Un talento para auto-realizarse
que condujese solo
a la plaza que sobra

cerca de los maderos,
donde pasaban lista
para el tallaje. Mi apellido empezaba
con una A. Y estábamos parados

en el último tramo de una fila correcta. Antes
de que llegase el turno, averiguando
qué mano empujaba qué hombro. “Es de esa manera
que venimos
enseñados de antes”. Una fotografía
a tamaño real. Y zumbidos de mosca
en el fondo.

Sabemos que venimos por oportunidades
para más tarde,
pero no esperamos
aprender. Mientras tanto las cosas pueden ser
cualquier cosa,
aunque tampoco son. Una mano sin guante

que por ejemplo se desliza
tan casual o segura
como si pretendiera quedarse.

[Sobre Life is a dream de John Ashbery]

*   *   *

Eurídice

Es menos que el sonido
de puntas que raspaban
costillas como días. La observaron
venir, sembrarse de agujeros
porque el jardín restante
quedaba a la distancia. Oscurecía
la piel no dependiente
del encuentro. No
estaba
a la vista el tejido
rosado y sujetable
desde un pedazo al otro
del trayecto. Su nombre
sería del agrado de los observadores
pero nunca se habló
de aquel estado
que era su gravedad. Algo para mostrarles
porque estaban de pie
porque esta era la escena del aplauso
la realidad de un cuerpo
borrado en el chasqueo
de los ojos.

[Sobre Eurydice de Ocean Vuong]

*   *   *

si se te obliga a olvidar
a caminar de un puente
que se ha retrocedido o ha caído hacia atrás
o era un pilar colgado como un truco
de la ciudad oscura a la siguiente

ciudad oscura:
salvo por la puntada
de luz intermitente justo al lado
cosiendo la pisada desde sí
no alante no detrás

mira el trabajo
pilones que se ciernen
la brecha donde había de estar el río
suspensa

para no dar a ver nuestro lugar
en un viento cedido
donde la porosidad era también un truco
de la sombra.

[Sobre Emmaus de Fiona Benson]

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ANA SÁNCHEZ ACEVEDO
Ana Sánchez Acevedo (España, 1983). Investigadora y docente universitaria. Se especializa en prácticas escénicas contemporáneas y poéticas de la hostilidad y la franqueza. Trabaja como profesora en la City University of New York. Su único libro de poemas hasta la fecha, teatro anatómico, todavía está inédito y en proceso de composición. Periódico de Poesía publicó recientemente algunos de sus textos.

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