Esta semana, un columnista francés trazaba en Le Monde esta hiperbólica analogía: “Pompeya fue destruida por la erupción del Vesubio en el año 79; sus habitantes sucumbieron a los horribles nubarrones ardientes que se cernieron sobre ellos como un tsunami gaseoso; fue sepultada bajo varios metros de piedra pómez y ceniza; finalmente, la ciudad hibernó durante diecisiete siglos bajo tierra antes de volver a ver la luz del sol. Pompeya sabe lo que es una catástrofe brutal y conoce la paciencia. ¿Qué decir, entonces, de la Covid-19, que llegó justo a tiempo para impedir la apertura de la exposición prevista para el pasado 25 de marzo? Sólo había que esperar”.
Se refería a la inauguración de la monumental exposición Pompeya, que tuvo lugar finalmente el pasado 4 de julio –aunque con restricciones de aforo y otras medidas de carácter profiláctico– en el salón de honor del Grand Palais, una de las edificaciones más impresionantes de París, cuya descomunal cúpula de hierro y cristal se yergue ante la orilla derecha del Sena.
Se trata de una exposición que, además de exhibir algunos de los más recientes hallazgos encontrados en los yacimientos arqueológicos de la antigua ciudad romana, responde a un novedoso formato que se apoya en las más modernas tecnologías digitales. Así, mediante técnicas de realidad virtual, se proyectan sobre las paredes de la sala de exhibición diversos espacios y hasta calles enteras de la ciudad; además, a través de creaciones sonoras y reproducciones en 3D, se consigue recrear una simulación de la propia erupción del Vesubio.
Para aquellos que no puedan asistir personalmente a admirar esta exposición, los curadores de Pompeya han puesto a su disposición una generosa serie de recursos digitales accesibles online que les permitirán llevarse una buena idea de la recreación que de esta ciudad se hace en el Grand Palais.
Una serie de videos didácticos ofrecen, por ejemplo, una detallada explicación del proceso de restauración de un mosaico y una visita virtual a la llamada Casa del Jardín, una de las residencias pompeyanas más recientemente descubiertas. Asimismo, es posible acceder desde los dispositivos móviles a modelos restaurados en realidad aumentada de otro descubrimiento arqueológico reciente: la llamada estatua de Livia, una escultura en mármol que representa a una matrona romana y que ha sido restituida por esta vía virtual a su original naturaleza polícroma.
Pompeya, tras la pista de los romanos es un recurso didáctico dirigido a estudiantes y docentes de la enseñanza media que consiste en doce episodios que explican, a través de las labores de rescate patrimonial efectuada por los arqueólogos en sus excavaciones en Pompeya y sus alrededores, cuestiones relativas a la historia cotidiana y a la vigencia histórica de la civilización romana. A similar propósito sirven la serie animada Moda y arte de vivir en Pompeya, en la que es posible instruirse sobre detalles, como la moda o las costumbres simposíacas, de la vida cotidiana romana en el siglo primero de nuestra era, y una selección de juegos informáticos dirigida a los niños como un modo dinámico y divertido de comenzar a familiarizarse con los diversos aspectos de esta cultura.
Además de otros recursos en línea de gran valor didáctico y artístico –como un catálogo iconográfico interactivo y una base de datos que guarda registros gráficos de las excavaciones arqueológicas en Pompeya desde mediados del siglo XVIII hasta nuestros días–, el sitio web de la exposición incluye un Panorama del arte que explica con lujo de detalles las peculiaridades compositivas, técnicas y culturales de dos de las obras más célebres de la plástica romana de la época: el mosaico helenizante La batalla de Alejandro, y el Retrato de una joven, que ha sido tradicionalmente considerado sin mayor fundamento como retrato de Safo de Lesbos.
La exposición Pompeya podrá ser visitada hasta el 27 de septiembre de este año. A los que no se sientan inclinados a franquear la distancia que los separa del Grand Palais de París, les queda el consuelo de visitarla virtualmente desde sus hogares.
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