A un mes de la protesta masiva que tuvo lugar el pasado 27 de noviembre en las afueras del Ministerio de Cultura (MINCULT), en el barrio habanero del Vedado, los artistas e intelectuales protagonistas de la manifestación han ratificado, en una carta abierta a las autoridades culturales del país, su voluntad para dialogar, y su rechazo a la discriminación y hostigamiento por razones políticas en contra de la ciudadanía.
La carta abierta se dirige expresamente al ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, y al segundo de la institución, Fernando Rojas. Se publicó este 28 de diciembre en la página de Facebook 27N, nombre bajo el que se han ido agrupando muchos de los artistas, escritores, investigadores e intelectuales que estuvieron entre los más de trescientos manifestantes de noviembre frente al MINCULT.
“Escribimos esta carta colectiva y abierta con el propósito de seguir abogando por una solución a la escalada de injusticias, violencia y odio contra quienes tienen un pensamiento político diferente –no necesariamente contrario–, entre los que se incluyen ciudadanos de la comunidad artística e intelectual”, dicen los miembros del 27N.
El documento insiste en la necesidad de que comience una conversación real entre quienes dirigen la vida cultural del país y quienes la protagonizan. Además, pide que los reclamos de la sociedad civil también se tengan en cuenta en toda su diversidad.
“Reafirmamos nuestra voluntad de continuar el diálogo iniciado la noche del 27 de noviembre. Queremos formar parte de uno verdaderamente inclusivo, respetuoso de las diferencias y que considere todos los matices de nuestra realidad”, afirman.
La carta alude, además, a la campaña difamatoria que llevaron a cabo los medios de comunicación estatales contra muchos de los que participaron en la sentada del 27 de noviembre y quienes formaron parte de la huelga de San Isidro. Los que firman exigen responsabilidad a las autoridades del país en lo que respecta a la integridad física y moral de quienes han sido perseguidos y hostigados desde que ocurrieron las protestas ciudadanas del pasado noviembre.
“Resaltamos la necesidad de que las partes implicadas en el diálogo renuncien a la difamación, el linchamiento mediático, las descalificaciones, los actos de repudio o cualquier otra forma de violencia lesiva a la dignidad de la persona humana”, agregan.
Al final de la carta, los firmantes expresan: “Nuestra confianza en la palabra como vehículo para el cambio nos hace abrazar esta carta, que hacemos pública al cumplirse un mes del primer diálogo con quien es hoy nuestro principal interlocutor. Insistimos en este objetivo, porque sabemos que nos asisten derechos legítimos y que sus frutos beneficiarán a toda la nación.”
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