La 46 edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Buenos Aires, la más importante de Argentina, dio inicio el jueves 28 de abril con una crítica directa al encuentro y a la industria editorial nacional en la voz del escritor y columnista del diario Página/12 Guillermo Saccomanno, quien tuvo a su cargo el discurso inaugural.
“Esta es una feria de la industria y no de la cultura, aunque se adjudique ese rol”, dijo el escritor, quien denunció el oligopolio de la industria del papel argentina y el rol cada vez más secundario que juega el autor en un negocio donde este apenas cobra el 10% del precio de tapa de un ejemplar.
Saccomanno, nacido en 1946, e historiador del cómic argentino, historietista y guionista, reconoció que durante su carrera ha tenido que demandar a varias editoriales, “incluyendo a alguna progresista”, para recuperar los derechos de publicación de un libro suyo una vez cumplido el plazo de contrato, entre otras violaciones. Y recordó que el autor está en desventaja ante el editor, a quien el escritor “ofrece su sangre”.
El autor de libros como Cámara Gesell, 77 y El buen dolor indicó que consiguió, tras presionar a los organizadores, convertirse en “el primer escritor que cobra por este trabajo”, en referencia a su discurso.
“A través de algunos amigos, algunos editores, y no daré nombres, supe de quienes se opusieron al pago. Su argumento consistía en que pronunciar este discurso significaba un prestigio. Me imaginé en el supermercado tratando de convencer al chino de que iba a pagar la compra con prestigio. (…) Quienes me precedieron en este lugar, comprometidos con la defensa del libro, nunca habían cobrado. El uso que de estas figuras hizo la Feria en función de su propio prestigio ha sido mala fe ideológica y no sé obviar. Por tanto, soy el primer escritor que cobra por este trabajo”, subrayó.
“A esta Feria le importan más los libros que se venden, que como es sabido, son los más complacientes con la visión quietista del poder”, dijo, y se identificó, en cambio, con una literatura que “ilumina, perturba, incomoda y subvierte”.
Entre sus lecturas de juventud, Saccomanno mencionó a diversos autores, entre ellos a los cubanos Guillermo Cabrera Infante y Reinaldo Arenas, para quienes pidió un aplauso de los asistentes a la ceremonia.
El escritor también criticó la decisión de los organizadores de la Feria de ubicar su sede en el predio de La Rural, una institución “que fue instigadora de los golpes militares que asesinaron escritores y destruyeron libros” durante la dictadura militar argentina. “En lo personal, creo que esta situación simbólica refiere una violencia política encubierta”, sentenció.
Organizada por la Fundación El Libro, la cita contará con la participación de expositores de más de cuarenta países e incluirá numerosas actividades hasta el 16 de mayo. En ella, el Ministerio de Cultura de Buenos Aires participa con un stand de editoriales independientes, charlas, ciclos de cine, homenajes a Manuel Puig en su noventa aniversario y una dedicatoria a La Habana, ciudad invitada de honor de esta edición.
Sobre este homenaje, lo organizadores indicaron que incluye un ciclo de cine cubano en la librería Libros del Pasaje (Thames 1762); poesía recitada desde La Habana por diversos autores; textos del poeta cubano Nicolás Guillén para descargar y escuchar en el metro, y la sección Lagarto Verde, en la que escritores argentinos leen a escritores cubanos.
De acuerdo con el sitio oficial cubano Cubadebate, la delegación oficial de la isla está encabezada por el ministro de Cultura Alpidio Alonso y el presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, así como por el dramaturgo Antonio Rodríguez, la escritora argentina radicada en Cuba, Basilia Papastamatíu, el comisario cultural Enrique Ubieta y los poetas Víctor Casaus y Nancy Morejón.
No obstante, en el stand 636 se desarrolla una exposición titulada “Patria y Vida” en la que participan editoriales y autores independientes cubanos, con la presencia de Rialta, Hypermedia, Puente a la Vista y La Maleza, entre otras.
Su propósito, dice su nota introductoria, es “abrir una puerta a la inmensa producción cultural arrojada al margen por la cultura oficial en Cuba. Tanto dentro de la isla como más allá de sus fronteras, la intolerancia del régimen ha tratado históricamente de imponer la censura y el silencio sobre la pluralidad de pensamiento y la expresión incómoda. (…) Por eso, para esta exposición se retoma el lema «Patria y Vida» como búsqueda de un centro que conduzca a conformar un espacio de intercambio plural, donde el respeto a la dignidad, el pensamiento y la expresión del ser humano, sea lo primero. En donde pueda emerger esa Cuba libre y democrática”.
La nueva edición de la Feria del Libro de Buenos Aires es la primera después de dos años en suspenso debido a la pandemia del Covid-19, e incluye un encuentro de narradores argentinos para conversar sobre escritura, circulación y tensiones en la escena de la literatura argentina, bajo la denominación Ciclo Trama Federal, así como otras actividades que incluyen mesas de discusión, presentaciones de libros, ciclos e intervenciones de los sellos editoriales más destacados.