Gustavo Pérez Fernández muestra en Nueva York la Cuba de 2005

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Gustavo Pérez (FOTO Vía: Eventbrite)
Gustavo Pérez (FOTO Vía: Eventbrite)

El cineasta, poeta y fotógrafo cubano Gustavo Pérez Fernández inaugurará este 5 de julio en Nueva York la exposición de fotografías No se puede encerrar a un animal feroz (A Wild Animal Cannot Be Caged), la primera que realiza en esa ciudad desde que reside en los Estados Unidos.

La muestra quedará abierta a las 5:00 p.m. del martes en la Revelation Gallery, ubicada en el 224 de Waverly Place, en el West Village, con entrada gratis por la puerta ubicada entre 11 y 7ma Avenida.

No se puede encerrar a un animal feroz, copresentada por St John’s in the Village y el Centro Cultural Cubano de Nueva York, propone 20 instantáneas realizadas por Pérez Fernández hacia 2005 en Cuba.

Pérez Fernández introduce la exposición con un breve texto:

Después de mucho tiempo detenido ante las circunstancias de vivir otra vida, muestro estas imágenes. Forman parte del espíritu de una época, un país: Cuba, 2005.

Cada foto aspira a contar una historia, son pequeños cortometrajes.

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Veinte fotografías marcadas por la ironía, la ternura, el desamparo; siempre con el deseo de que sirvan para acompañar la esperanza.

En ellas, la pasión de quien ha mirado por años sin otro reclamo, que el de no encontrar lo que busca.

Estoy aquí. No se puede encerrar a un animal feroz.

Póster de la exposición ‘A Wild Animal Cannot Be Caged’ de Gustavo Pérez, a partir del 5 de julio en Nueva York.
Póster de la exposición ‘A Wild Animal Cannot Be Caged’ de Gustavo Pérez, a partir del 5 de julio en Nueva York.

Con una larga carrera como artista visual en Cuba, Gustavo Pérez Fernández es conocido sobre todo por sus cortometrajes de no ficción, que a partir de los años noventa lo convirtieron en uno de los precursores de la generación de realizadores independientes que eclosionó en la década siguiente y que transformó de manera definitiva la cultura audiovisual cubana.

Trabajando como realizador del telecentro de la provincia Camagüey, Pérez consiguió producir una obra propia que trascendió las restricciones del medio. Cortos como El viaje (1996) –ganador de El Almacén de la Imagen y del Premio Caracol de la UNEAC en ese mismo año–, Caidije… la extensa realidad (2000), La tejedora, su extensa realidad (2001), Sola, la extensa realidad (2003) y Despertando a Quan Tri (2005) definieron un cuerpo único dentro de la no ficción de su tiempo que reveló el agotamiento de la corriente testimonial del documental cinematográfico cubano.

En los últimos años, además de continuar su trabajo videográfico, ha colaborado con su pareja, la escritora y cineasta Oneyda González, en la producción de los documentales Todas iban a ser reinas (2006) y Severo secreto (2016), entre otros.

“Mis fotos nacen de una actitud de exploración en la vida cotidiana. Todas las preguntas y todas las respuestas que el hombre necesita para vivir están en su cotidianidad. Al centro de esa indagación está el ser humano, muchas veces como fragmento del universo que es su entorno”, explicó Gustavo Pérez Fernández a Rialta Noticias.

“En esa fragmentación se crean nuevas asociaciones, nuevos significados”, subrayó. “Descubrirlos a través del lenguaje fotográfico, es mi pasión. Una imagen nunca será la misma después de ser vista por primera vez”.

De acuerdo con la nota de presentación del Centro Cultural Cubano de Nueva York, “estas fotografías revelan un mundo de desesperación, casi deseando un atisbo de un mundo mejor. Y, en cada cuadro, un reflejo de nuestra propia paradoja existencial”.

No se puede encerrar a un animal feroz estará en exhibición durante todo el mes de julio.

La obra fotográfica de Pérez ha sido expuesta en Cuba, Italia, Bélgica y Portugal. Piezas suyas se encuentran en colecciones privadas de esos países y también de Estados Unidos, Alemania e Irlanda.

Sus imágenes han aparecido además en las portadas de libros de varios escritores, y se han incluido en publicaciones de arte y literatura. Su trabajo ha sido reseñado en la prestigiosa revista alemana de fotografía Schwarzweiss.

Su obra poética incluye los libros Aunar lo imprevisible (1994); Por el ojo del tiempo (1997); Friso de la vida(2000), y El cuaderno de las sombras (2004).

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