El rapero y activista político cubano Maykel Osorbo Castillo –recluido en la prisión de máxima seguridad de Kilo 5 y Medio, en la occidental provincial de Pinar del Río, donde purga una condena a nueve años– denunció haber sufrido una agresión física por parte de reos comunes y responsabilizó por ello a las oficiales del centro penitenciario en dos cartas aparecidas este viernes 26 de abril en la revista independiente El Estornudo.
De acuerdo con dicho medio digital, el miembro del Movimiento San Isidro “casi pierde de una mordida la hélice de la oreja izquierda luego de que cuatro reos comunes lo agredieran en complicidad con las autoridades de la penitenciaría y la Seguridad del Estado cubano”.
Todo habría comenzado con las reclamaciones de varios reclusos, incluido el artivista, por “la escasa comida que llega al lugar”. “La sección 3 de la cárcel, que alberga 64 prisioneros, recibió esa mañana solo 28 panes para el desayuno”, se lee en el artículo firmado por el escritor y periodista Carlos Manuel Álvarez.
“Un preso me tiró un golpe y yo me defendí”, cuenta el propio rapero, quien fue encarcelado en mayo de 2021 y condenado alrededor de un año más tarde junto a su compañero Luis Manuel Otero Alcántara. “Al ver que no podía conmigo, me dio una mordida que casi me arranca la oreja, pero yo no culpo al preso, puesto que él es simplemente una herramienta en manos del régimen”.
En su relato –el cual no solo se recoge en dichas misivas, sino también en declaraciones exclusivas publicadas en audio por El Estornudo–, Maykel Osorbo identifica a varios oficiales de prisiones como responsables y, todavía más, estrategas de este tipo de agresiones.
Ahora mismo, el preso conciencia cubano –declarado así por Amnistía Internacional– se encontraría en una celda de aislamiento, donde a todas luces prefiere estar dadas las circunstancias: “Toda seguridad es poca y aquí yo no me siento nada seguro”, aseguró en el primero de sus dos mensajes escritos de puño y letra.
“La semana pasada una llamada solidaria dio la voz de alarma de que a Maykel lo habían golpeado entre varios. Ese mismo día, él mismo llamó y nos dijo que estaba bien por lo que tuvimos horas de alivio. Es importante que entendamos que para Maykel no es fácil la queja y no soporta percibirse a sí mismo como víctima. En la visita, sin embargo, la esposa pudo ver con sus ojos la gravedad de las heridas de Maykel, sobre todo en su oreja izquierda, también pudo ver la calma y a la vez impotencia con que Maykel intentaba una vez más arreglar las cosas allá adentro, y seguir aguantando con dignidad”, se señalaba, por otra parte, en su perfil de Facebook (“Maykel Osorbo 349”).
“Enseguida articulamos un plan para reconstruir los hechos pormenorizadamente y sacar sus cartas y audios, antes de que Maykel fuera para la celda aislada, donde ya está”, proseguía el post en la red social. “Todo podrán encontrarlo en este artículo [de] El Estornudo: las cronología, las explicaciones, las cartas transcritas de Maykel, y hasta un audio suyo. Mientras Maykel esté en pie, buscará la manera de dar noticias y de mantenerse conectado con todos”.
Junto a varios populares músicos de la isla, Maykel Osorbo –ya por entonces en prisión– ganó un par de Grammy Latinos, incluido el de Mejor Canción del Año, por el tema “Patria y Vida”, que fue la banda sonora durante las masivas protestas que estremcieron la isla en el verano de 2021.
Hace solo unas semanas, la congresista demócrata Debbie Wasserman Schultz envió al secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, una carta en que solicitaba su ayuda para conseguir la liberación del propio Maykel Osorbo y de Luis Manuel Otero Alcántara.
Dicha misiva coincidía a finales de marzo con informes sobre status de incomunicación, e incluso “celda de castigo”, en ambos casos.
“Maykel ha sido sometido a violencia, tortura, vigilancia las 24 horas, aislamiento y suspensión de visitas y contactos con su familia”, recordaba Wasserman Schultz, cuyas gestiones aún esperan ser atendidas concretamente por el Ejecutivo estadounidense. “Seis meses después de estar cumpliendo su sentencia de nueve años, sufrió una falla en su sistema linfático y experimentó síntomas graves que exigen atención médica inmediata. Además, la prisión se ha negado sistemáticamente a revelar los registros médicos de Maykel a su familia. En el segundo aniversario de la movilización del 11 de julio, para protestar por su encarcelamiento y constantes interrogatorios por parte de funcionarios del régimen, Maykel se cosió la boca y se tatuó «Patria y Vida» en el brazo”.
Además de esta actualización sobre la situación de Maykel Osorbo, El Estornudo publicó en exclusiva el mes anterior una reveladora entrevista con Otero Alcántara: “Creo que, a pesar de todos los momentos difíciles, aunque me encuentre solo o me encierren en una cueva sin poder comunicarme con nadie, yo soy así, esa es mi naturaleza. Desde niño, muy chiquito, sabía que iba a cambiar el mundo, sin saber siquiera que el mundo existía, pensando que la tierra era plana”, decía entonces el artista.
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