The Rubin Museum of Art de Nueva York presenta hasta el 6 de octubre una ambiciosa exhibición, Reimaginando el arte del Himalaya hoy, que reúne a más de 30 artistas influenciados por la cultura Himalaya. Muchos de los creadores proceden de la vasta región del Himalaya y su diáspora y otros son extranjeros fuertemente atravesados por la producción cultural de esta zona.
“A través de una amplia gama de medios, como la pintura, la escultura, el sonido, el vídeo, la instalación, la performance y otros, los artistas exploran sus historias personales y colectivas y llaman la atención sobre temas como la fluidez de la identidad, las prácticas espirituales, el sentido de pertenencia, el duelo y la memoria”, adelanta el museo.
Junto a estas obras contemporáneas, la curaduría ha desplegado arte antiguo del Himalaya de la colección del museo. Los artistas actuales participantes inyectan a la muestra un alto componente de pensamiento crítico y reflexivo sobre cuestiones a las que se ha enfrentado la humanidad a lo largo del tiempo, en diálogo con el arte del pasado.
Una de las artistas, por ejemplo, cantará canciones prohibidas en el Tíbet. “Los cantantes y artistas del Tíbet siguen encarcelados por cantar canciones de identidad, justicia social, desplazamiento, libertad y esperanza sobre el futuro”, explica el museo.
La muestra “crea una interesante tensión entre lo que podríamos llamar el arte antiguo y nuestros tiempos y todos los problemas a los que se enfrentan los artistas y creativos hoy en día”, dijo a la prensa local Jorrit Britschgi, director ejecutivo del Museo.
Otra artista yuxtapone objetos del museo a utensilios usados por su familia en Nepal y reflexiona sobre el valor de lo que está vivo y lo que ya no tiene uso.
Otra, aborda en un filme el concepto de ego en el budismo. Explica que el ego puede personificarse como un demonio que impide la libertad espiritual debido a fijaciones que causan daño a uno mismo y a los demás. La práctica de cortar esta fijación, o atravesar el ego, se ejemplifica en la exposición con la figura de Machik Labdron, que aparece en un cuadro antiguo que ha sido colocado cerca de la pantalla del filme.
El Rubin Museum of Art tiene como misión promover la comprensión e inspirar conexiones con las ideas, las culturas y el arte de las regiones del Himalaya.