Este viernes, 28 de julio de 2023, la Universidad de Edinburgh (Escocia, Reino Unido) acogerá un evento que discutirá el legado del director cubano Nicolás Guillén Landrián (1938-2003), en el marco del veinte aniversario de su muerte. Patrocinado por el Departamento de Idiomas y Culturas Europeas de la prestigiosa institución escocesa, y coordinado por la Dra. Jessica Gordon-Borroughs, Diasporic Creations, título de esta iniciativa, llega con el propósito de reflexionar sobre el alcance de la obra de Landrián y su restauración, así como discutir los desafíos que la misma plantea en tanto archivo afrodiaspórico.
La Universidad de Edinburgh asegura estar encantada de recibir para el encuentro “al cineasta cubano Jorge Egusquiza, la artista cubana Gretel Alfonso (viuda de Guillén Landrián), el crítico y curador cubano Dean Luis Reyes y el Dr. Nikolaus Perneczky (Queen Mary University of London)”. Cada uno de ellos arrojará luces sobre el director de Coffea Arabiga (1968) desde disímiles perspectivas. Sus intervenciones abordarán asuntos como las experiencias del autor con la censura y el exilio, sus procesos de creación, su encarcelamiento e internamiento psiquiátrico en la isla, sus relaciones con el poder dictatorial de la Revolución, sus ideas sobre la afrodescendencia, la índole experimental y el valor de archivo de sus documentales, el impacto estético y político de estos en la contemporaneidad, entre otros aspectos esenciales.
Una entrevista a Alfonso y Egusquiza, a cargo de Gordon-Burroughs y Perneczky, abrirá el evento. La cercanía de los dos primeros a Landrián los convierte en testigos privilegiados. Alfonso acompañó al realizador durante más de una década, hasta su muerte. Hoy es una de las principales promotoras de su obra. La última película dirigida por Landrián, y única consumada en el exilio, Inside Downtown (2001), fue emprendida junto a Egusquiza, quien es autor además del documental El fin pero no es el fin (2005), un retrato de Landrián que hable de su vida creativa, sus preocupaciones e ideas en los Estados Unidos.
Una mesa redonda integrada por Gordon-Burroughs, Perneczky y Reyes remata el programa de actividades. Autor de La mirada bajo asedio (2010), volumen pionero en el rescate de Landrián, Reyes es uno de los críticos que con mayor sistematicidad y agudeza ha analizado la producción del transgresor cineasta; además, ha valorado su impacto en la creación contemporánea de la isla. Gordon-Burroughs también es una asidua estudiosa del creador cubano, hace varios años viene escudriñando su obra, a la luz de los Estudios de la Cultura Visual y se mantiene activa en la difusión y rescate de sus películas. Perneczky ha dedicado su labor académica a la investigación del legado fílmico colonial y la desigual gestión institucional de los archivos diaspóricos; desde esa perspectiva se ocupa del realizador de Ociel del Toa (1965).
Para complementar la entrevista y la mesa redonda, al día siguiente, el sábado 29 de julio, se proyectarán las copias restauradas de los documentales Inside Downtown y El fin pero no es el fin, en el Glasgow Film Theatre. La restauración de ambos corrió a cargo del Fondo de Impacto de la Facultad de Artes, Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Edinburgh, con el apoyo de Africa in Motion y el Festival de Cine de La Habana; la casa de altos estudios escocesa trabajó además en colaboración con Vulnerable Media Lab y Queen’s University, Canadá.
La restauración íntegra de la producción en celuloide de Landrián, emprendida en las décadas del sesenta y setenta del pasado siglo, fue aprobada por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en 2020. Este será uno de los asuntos más importantes entre los que ocuparán la entrevista y la mesa redonda. A principio de los años 2000, el redescubrimiento del cine de Landrián, después de tanto años proscrito y condenado al ostracismo, permitió conocer una poética francamente crítica respecto a las políticas de representación promovidas por el ICAIC. También condicionó una radical revisión del manejo institucional del archivo cinematográfico nacional, y de los lugares de enunciación de la Historia del cine forjado durante la Revolución.
Landrián es probablemente el director cubano que más ha impactado la creación cinematográfica cubana del presente. La inventiva de su trabajo y la represión sufrida por él lo convirtieron en un emblema estético y político. Sus filmes resultan de una originalidad y una profundidad cognitiva sorprendentes, aprovechan y subvierten el repertorio expresivo legado por la vanguardia histórica para escrutar las zonas menos complacientes de la Cuba en trasformación bajo el nuevo régimen.
“Activo en el ICAIC en su primera década, antes de su trágica censura, Landrián fue uno de los tres únicos directores afrocubanos inscritos en la nómina del Instituto”, apunta la nota de prensa del evento. “En ese corto espacio de tiempo […] dirigió más de una decena de cortos documentales, cuya belleza y originalidad lo ubican entre los creadores más admirados y enigmáticos de Cuba”.
Al partir a Miami, Florida, en 1989, Landrián dejaba en la isla: Un festival (1963), En un barrio viejo (1963), Ociel del Toa, Los del baile (1965), Retornar a Baracoa (1966), Reportaje (1966), Coffea Arábiga, Desde La Habana ¡1969! Recordar (1970), Taller Claudio A. Camejo Línea y 18 (1971), Un reportaje sobre el puerto pesquero (1972), Nosotros en el Cuyaguateje (1972) y Para construir una casa (1972) y algunos otros filmes que se suponen perdidos, desconocida su suerte en las bóvedas del ICAIC.
Los primeros documentales de Landrián, aunque de naturaleza observacional, no comulgaban ya con la crónica oficial triunfalista entonces al uso. Marcada por la otredad que suponía la negritud, sin duda, su mirada interrogaba desde la fotografía y el montaje la violencia con que se instalaba el cambio revolucionario en los individuos periféricos, personas de barrio, de campo, que por su condición de clase o procedencia geográfica habían nacido/crecido al margen de la Historia.
Obras posteriores evidencian una exploración estética más arriesgada, una inmersión en las formas del documental performativo, que dejó ensayos cercanos al videoarte. Propuestas como Coffea Arábiga, Desde La Habana ¡1969! Recordar y Taller Claudio A. Camejo Línea y 18 se caracterizan por una insólita superposición de recursos visuales, iconográficos, sonoros, de materiales de archivos y textos, articulados a la manera del funcionamiento del pensamiento o la memoria. En ellos se cuece una crítica absoluta al desarrollismo revolucionario, a sus consecuencias y a la demagogia del poder.
Este evento acogido por la Universidad de Edinburgh, además de contribuir a la exploración de la inagotable obra de Landrián, ratifica el interés que la misma despierta en el paisaje internacional. Su organización fue posible gracias al patrocinio del Fondo de Impacto de la Facultad de Artes, Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Edinburgh, el Centro de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos (CCLAS), el Fondo de Impacto de la Escuela de Literaturas, Idiomas y Culturas y el financiamiento adicional de la Universidad Queen Mary de Londres.
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