El dominicano Nelson Carlo de los Santos Arias obtuvo el Oso de Plata al Mejor director en el 74o Festival de Cine de Berlín

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Fotograma de ‘Pepe’ (2024); Nelson Carlo de los Santos Arias
Fotograma de ‘Pepe’ (2024); Nelson Carlo de los Santos Arias (IMAGEN www.berlinale.de - trailer)

Por primera vez un autor latinoamericano conquista el Oso de Plata al Mejor director en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Este sábado 24 de febrero, el jurado de la 74o edición del evento, presidido por la actriz Lupita Nyong’o, e integrado, entre otros, por los directores Albert Serra y Christian Petzold, otorgaron el prestigioso galardón al realizador dominicano Nelson Carlo de los Santos Arias (Santo Domingo, 1985), por su película Pepe (2024), una coproducción entre República Dominicana, Namibia, Alemania y Francia.

En sus palabras de aceptación del lauro, De los Santos Arias se refirió a la necesidad de rescatar la imaginación en la política, para enfrentar “el eurocentrismo y la americanización imperial” que rigen el mundo contemporáneo. Y justamente sobre eso reflexiona su tercera obra –tras Santa Teresa y otras historias (2015) y Cocote (2017). Pepe es también una obra experimental que no sigue las lógicas del cine mainstream, y que, como dijo su autor también en la ceremonia de premiación, resulta extraña incluso en la Berlinale. A través de una exploración de las posibilidades de la materia audiovisual, el filme despliega un relato fantástico que piensa las resonancias del colonialismo, el exotismo, la violencia, la desterritorialización, los procesos migratorios en América Latina, entre otros temas que marcan su Historia y su realidad.

En general, esta edición de la Berlinale se mostró sensible a la problemática colonial. El Oso de Oro a Mejor película fue otorgado a Dahomey, de la directora franco-senegalesa Mati Diop (Atlantique), que documenta la restitución a la actual República de Benín de veintiséis obras en bronce saqueadas por las tropas francesas en 1892 y, luego, incluidas en la colección del Museo Quai Branly de París. Matizado con elementos fantásticos, tal como hace De los Santos Arias en Pepe, este documental propone un ajuste de cuentas con la empresa colonizadora europea en África. 

Pepe está inspirada y testimonia eventos reales. En los años ochenta del pasado siglo, el narcotraficante Pablo Escobar hizo traer ilegalmente a su Hacienda Nápoles, en Colombia, tres hipopótamos, dos hembras y un macho, para enriquecer su zoológico privado. Cuando murió el jefe del cartel de Medellín, los animales fueron abandonados a su suerte. Al crecer la manada, uno de los machos, el célebre Pepe (nombrado así por los pobladores y los medios colombianos), resulta desterrado y debe vagar, junto a una hembra, por las orillas del río Magdalena. Pasado un tiempo, este hipopótamo es asesinado por el ejército.

Si bien la película repasa la espectacular leyenda de Pepe, su narración es un alarde de imaginación y fantasía. El hipopótamo, políglota narrador y protagonista de su historia, regresa después de muerto en forma de un fantasma para indagar en su pasado y encontrar respuestas acerca de su identidad y sus raíces. Producida durante alrededor de cinco años, entre Namibia, Colombia y República Dominicana, Pepe es una película rizomática tanto en su narración fragmentada, capitular, como en su composición visual. Además de mezclar propiedades de la comedia, la fantasía y el absurdo, anuda materiales de archivo, filmaciones en 16mm, grabaciones digitales, animación, noticieros televisivos, segmentos en blanco y negro y otros a color… Carlo Chatrian, director artístico de la Berlinale, manifestó durante la presentación del programa que, aunque De los Santos Arias ya había dado pruebas de “su destreza para fusionar géneros”, en esta película sorprendía al entregar “una montaña rusa realista y estilística”, una obra “inclasificable” que consigue hablar sorprendentemente “sobre las contradicciones del mundo globalizado desde una perspectiva no occidental”.

De los Santos Arias estudió cine en Argentina y en el Edimburg College of Art de Escocia. En este último centro comenzó a realizar ejercicios experimentales, y en 2015 consumó su extraordinaria ópera prima, Santa Teresa y otras historias, muy original adaptación de 2666, la novela póstuma de Roberto Bolaño. Por ella obtuvo el premio a Mejor película del Festival de Cine de Mar del Plata. Dos años más tarde se estrenó Cocote (2017), que obtuvo el premio a Mejor película en la sección Signos de Vida del Festival Internacional de Cine de Locarno. Este director ha contribuido especialmente a prestigiar el cine caribeño y dominicano, y ahora, con Pepe –que ha tenido además una excelente recepción por parte de la crítica especializada–, confirma la singularidad de un imaginario autoral que arroja no solo materiales artísticos, también auténticos documentos culturales.

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Este año el Festival de Berlín resultó especialmente pródigo para el cine latinoamericano. También ingresaron en el palmarés principal de esta cita alemana la brasileña Juliana Rojas, con el premio a Mejor dirección en la sección Encounters, por Cidade; Campo; el argentino Francisco Lezama, cuya película Un movimiento extraño, mereció el Oso de Oro al Mejor cortometraje, y la peruana Klaudia Reynicke, premiada con el Oso de Cristal en la sección Generation 14Plus por Reinas.

Fueron galardonadas además Memorias de un cuerpo que arde, de la costarricense Antonella Sudasassi Furniss (Premio del Público a la Mejor película de ficción en la sección Panorama); Un pájaro voló, del colombiano Leinad Pájaro de la Hoz (Premio Especial del Jurado al Mejor cortometraje en la sección Generación 14plus); Raíz, del peruano Franco García, y Uli, de la colombiana Mariana Gil Ríos (Menciones Especiales en la competencia Geneation Kplus), así como Lapso, de la brasileña Caroline Cavalcanti (Mención Especial del Jurado Joven al Mejor cortometraje en el concurso Oso de Cristal Generación 14plus).

Fotograma de ‘Pepe’ (2024); Nelson Carlo de los Santos Arias
Fotograma de ‘Pepe’ (2024); Nelson Carlo de los Santos Arias (IMAGEN www.berlinale.de – trailer)
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ÁNGEL PÉREZ
Ángel Pérez (Holguín, Cuba, 1991). Crítico y ensayista. Compiló y prologó, en coautoría con Javier L. Mora y Jamila Media Ríos, las antologías Long Playing Poetry. Cuba: Generación Años Cero (Casa Vacía, 2017) y Pasaporte. Cuba: poesía de los Años Cero (Editorial Catafixia, 2019). Tiene publicado el libro de ensayos Las malas palabras. Acercamientos a la poesía cubana de los Años Cero (Casa Vacía, 2020). En 2019 fue ganador del Premio Internacional de Ensayo de la revista Temas, en el apartado de Estudios de Arte y Literatura. Textos suyos aparecen en diversas publicaciones de Cuba y el extranjero. Vive en La Habana.

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