Imágenes de la exposición 'Tres tristes tigres' (FOTO Dariel Urbay Molina)

I

Estaba sentada en la oscuridad del vestíbulo, quiero decir que estaba sentada en un sofá en la oscuridad.
Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres

He aquí imágenes de un espacio a la sombra, narradas por tres ojos, una muestra a la que se llega a través de un pequeño agujero por el cual espiar, una mirilla, y dentro, ese casi museo donde se verá lo que aparece a la luz del día, lo que se oculta con la llegada de la noche. Aunque notaremos que lo que aparece a la luz del día es en realidad un residuo de la noche, algo en esas imágenes viene de la noche, de lo que quedó de ella, sus rastros. Eso diurno que veremos solo se descubre en la mirada nocturna, eso “debe leerse de noche”.

Pasamos más allá de la mirilla y nos decidimos a observar corriendo el riesgo de también ser observados. Aquí, en este espacio narrado por tres ojos, la imagen nos “revela” justo cuando nuestro ojo privado golpea contra el blanco que nos han puesto. Se recuerda a Georges Didi-Huberman y su libro Lo que vemos, lo que nos mira al darnos cuenta de que eso que estos tres ojos vieron lo vemos ahora pero que a la vez nos mira, la imagen nos mira y en ella nos proyectamos, esos son otros rostros, no el nuestro, pero encarnan un símbolo que nos pone en riesgo ante la duda de qué rostro verdaderamente vemos y cuál somos, qué imagen, ese peligro que a la vez es la más productiva duda que se puede llegar a tener en este espacio.

Quizás no sería necesario mostrar nada, esto ya “es”, ya “está”. Pero la reafirmación al reproducir estas imágenes es el único modo de verlas, de que se abran ante nosotros. La imagen que aquí se repite es finalmente “vista”, es la acción infinita de repetir el rostro ante todos los espejos, la ola cuando se suma a la repetición del oleaje, es la retórica de un espacio que contiene la intención de construcción de un país.

Todo se borra en el reconocimiento de la visión que estos tres ojos nos muestran. Cuando finalmente se ve, todo ha quedado borrado.

8 | Rialta
Imágenes de la exposición ‘Tres tristes tigres’ (FOTO Dariel Urbay Molina)

II

aquí en esta tristeza habanera…
Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres

- Anuncio -Maestría Anfibia

Entonces nos sentamos en el sofá, en la oscuridad, y miramos mientras nos miran. Estamos ubicados.

Desde ese sofá notamos que estos tres tigres son como aquel que nos dice Borges, “de símbolos y sombras”, y “no el tigre fatal, la aciaga joya / que, bajo el sol o la diversa luna, / va cumpliendo en Sumatra o en Bengala / su rutina de amor, de ocio y de muerte”. Tigres que rastrean las “sombras” de un espacio que simula un proyecto de país, tristes sus ojos que recrean la nostalgia de este espacio (¿una ciudad, un edificio, un fragmento de casa o de cementerio, un auto, un salto al vacío?), proyectando una imagen, una carga “de símbolos”, la repetición donde la misma mirada ve el mismo rostro, ajeno, disperso en la reproducción: el rostro que decimos es el nuestro.

La vieja ola queda detenida en el impacto y sostiene la parálisis de lo que se repite, el momento de golpear el arrecife, el mirar a unos rostros que en el mismo sitio se convierten en la idéntica manifestación de la tristeza que traen todos los “símbolos y sombras”.

2 1 | Rialta
Imágenes de la exposición ‘Tres tristes tigres’ (FOTO Dariel Urbay Molina)

III

Triste fin para una filosofía.
Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres.

He aquí un espacio en el que se percibe la imagen de un deterioro ante el desgaste de lo que se repite, raspándose. Esta forma de narración, mediante breves y circunstanciales imágenes, recurre de forma irremediable a una narrativa agotada, la narrativa de querer crear un discurso para un país, para un estado con un relato cansado que se ha perdido en su retórica, se raspa contra las pieles, y, por ende, contra sus imágenes. La retórica se ha apoderado del espacio, de las imágenes.

Cada rostro atado a ese sofá en la oscuridad mantendrá con su mirada fija una cadena de fisonomías raspadas que parecen no detenerse, el fluir indetenible de toda decadencia, un continuo que borra lo personal para ser bulto, mayoría, y en ese punto la seguidilla de rostros y olas y brillos y sombras y detalles incompresibles en un mismo sitio establece un diálogo crítico con eso que buscó anclarse a una imagen-idea de Nación.

Pero todo aquí ha finalizado.

3 | Rialta
Imágenes de la exposición ‘Tres tristes tigres’ (FOTO Dariel Urbay Molina)

IV

Hay de todo en la noche.
Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres.

Estas imágenes contienen el silencio al que llegó el proyecto de país que no se dio: son la noche y un deambular.

Ya se dijo, aun la imagen de luz, la diurna, refleja en las miradas de estos tres ojos algo nocturno, oculto, y lo visto a la luz del sol es un deshecho de la noche, lo que aparece y se oculta, aquello que en las sombras se alcanza a ver por un momento al menos.

El proyecto de país fue diurno, y la noche poco a poco le demolió, raspó contra todo rostro el fracaso de su idea, el descuido de una verdad.

Aquí, en este espacio abierto por tres ojos, se muestra lo que se quería borrar y que habitaba en la contraparte: la noche y sus males, todos los vicios que brotaban de ella, las venas que mediante impulsos repetitivos abren aquello que finalmente terminó revelándose y siéndolo todo en ese proyecto de país, ocupándolo todo, el día y la noche.

Eso que se intentó tapar acabó invadiendo el día, los rostros, las miradas, se impuso en toda vida, taladró cada impulso para que al final el deterioro que se pretendió ocultar quedara al descubierto.

Lo que muestran estos tres ojos lanzan las dudas acerca de qué mirada habita ahora en nuestros rostros, de quiénes son, quiénes los llevan, y si al final, alguno de ellos nos pertenece y si podremos distinguir algún rasgo que nos ampare para finalmente entender lo que se intentó fuéramos.

Colabora con nuestro trabajo
Somos una asociación civil de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural y artístico. En Rialta nos esforzamos por trabajar con el mayor rigor profesional en la gestión, procesamiento, edición y publicación de los contenidos y la información. Todos nuestros contenidos web son de acceso libre y gratuito. Cualquier contribución es muy valiosa para nuestro futuro.
¿Quieres (y puedes) apoyarnos? Da clic aquí.
¿Tienes otras ideas para ayudarnos? Escríbenos al correo [email protected].

Deja un comentario

Escriba su comentario...
Por favor, introduzca su nombre aquí