Raúl Hernández Novás (Diario de Cuba)

Muerte de un payaso

Qué ha pasado una aguda hora ha sobrevenido
un oscuro país se ha adentrado por mis ojos
y aquí dentro algo como sueño del corazón labra o destruye un nido
Dime madre ¿es qué no soy yo mismo?
Sobre la tierra tenía una cabaña
una pobre carpa una tienda en el desierto
y yo mismo grité un día hasta cuándo
hasta cuándo este ridículo oficio
este hilo por el aire, esta máscara cruel
Pero ahora una oscura caverna multiplica mis pasos
de la que no han de sacarme ni gemidos de niños
Qué ha pasado cuervos llegan incesantes
Sobre la tierra tenía un dominio
una pobre heredad que mis abuelos araron con sus huesos
Qué sueño parece vestirse otra vez de carne
de una carne prestada o robada a los muertos
Qué ola parece contar con un susurro los años
sobre las arrugas de las frentes
¿Qué ruina plagada de preguntas como un rey se levanta?

Sólo ante el mar el juglar ofrece su última función
torpe volatinero y pestidigitador frutos vuelan de sus manos
a sus manos de sus manos a la tierra
No sabe que el mar es implacable
y solo en medio de la playa va perdiendo sus maravillas
porque los frutos ruedan cansados hacia el mar
atraídos y devorados por el soberbio mar
lentamente su tienda se esfuma cae sobre la arena sin aliento
¿Quién es este hombre que ha dado su respiración al mar
quién es este hombre que todo lo ha dado mar
que sobre la arena exánime descansa
o brotando del mar parece arrastrar una cruz o mujer desnuda?

Madre era la oscuridad lo que deseaba
mi paso se hundía en la piel de la noche
y yo era feliz
No vale oscuridad sin mano de madre
En este sueño temeroso un castillo fabricaron tus manos con caricias
era el vientre de la noche lo que yo deseaba
mi madre la noche bajo cuyas estrellas ofrezco este espectáculo sin sentido
no veía que como un hijo pródigo
funánbulo sobre un hijo regresaba al ciego padre abismo
Mas ya nada deseo
sólo estoy tendido junto al mar con el rostro en el cielo y no deseo nada
estoy oyendo un trueno incansable ¿o eres tú mar de fuego?
estoy tendido junto al mar y en mis ojos las nubes se reúnen
corre la lluvia por mi rostro ¿o es que estoy llorando?
Ay qué oscuro sueño siento
adentrarse en mi pecho qué perfume
de mar ha sobrevenido
Era la noche lo que deseaba y ya la tengo.

Riesgos del equilibrista

Yo pronto moriré, yo me iré pronto.
Es una idea que he tenido siempre.
Este junio tal vez será diciembre.
Sobre la cuerda no haré más el Tonto.

No andaré mucho más sobre este hilo
que me levanta de la tierra hambrienta,
lejos, tan lejos de su lid sangrienta,
como sobre un alado y cauto filo.

¿Cómo podrá el funámbulo un asilo
cavarse en aire, eterno, de manera
que sobre el hilo nazca, viva y muera?

Mas aquellos que van entre la guerra
de abajo, también marchan sobre un hilo,
y con igual traspié caerán a tierra.

But the fool on the hill
sees the sun going down
and the eyes in his head
see the world spinning round
Lennon y McCartney

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Quién seré sino el tonto que en la agria colina
miraba el sol poniente como viejo achacoso,
miraba el sol muriente como un rey destronado,
el tonto que miraba girar el mundo,
guardando en su rostro las huellas de la noche.
Quién seré sino el tonto de siempre atraído por el mar,
aquel que en el mar feroz dejó su nombre.
Quién sino el tonto que lloraba
y lloraba por el mar, las flores, las muchachas, la esbelta luna sonriendo.
Sobre la colina está solo and nobody seems to like him,
pero él ve el mundo moverse a su alrededor,
el sol rebotar como una pelota roja
en el horizonte. El sol tragado por el mar, frío entre los peces.
Quién seré sino aquel que ya no mira,
no oye, no palpa, absorto, esas tierras astrales, esos frutos,
las viñas de la realidad, airoso manto.
El que ve la noche descender como un cuerpo
inapresable, el que siente la luna caer sobre sus hombros
como una tela delicada, aquel que en la marisma
jugaba a rey, a payaso, a rey, a oscuro caballo.
Absorto, solo, en la colina, gritando
como loco, bajo los pájaros que emigran
señalando un carcomido rumbo. Yo,
el loco, el tonto que siempre he sido, girando en la burla,
torpe bufón de florida pirueta, riendo,
con dientes podridos, la realidad inapresable
como implacable cuerpo, a nuestro lado, descansando en las hierbas
brotadas de los muertos, entre sonrisas de nocturnas flores.
Quién seré, Dios mío, sino el loco tonto, el oso bronco, el jorobado torpe,
bufón bailando, reuniendo rumbos entre sus brazos, flores
para una mujer que no existe, quien mira al sol dormirse cual tembloroso viejo
y al mundo girar en burla alrededor de sus hombros destronados.

Ante las fotos de un poeta

embriaguez del propio escanciador
José Lezama Lima

¿Quién te dio, Dylan Thomas, esa cara
de carnicero rojo que desuella
la res, la cosa, el corazón, la estrella
y hace la entrada manifiesta y clara?

¿Quién esotra te dio, de tabernero
ebrio, insaciable y lúcido que escancia
sangre de ausencia, lágrima de infancia
galaxia maternal e icor postrero?

Desuéllate hasta el hueso, carnicero
escáncianos tu sangre, tabernero
embriágate y embriáganos de canto.

Que en este mundo de los paqui/dermos
por médico precisan los enfermos
un San Bartolomé de amir y espanto.

Dice el mendigo

Mi corazón es negro y, tintamente,
llueve sobre el papel gota tras gota
como ese tiempo líquido que brota
en la matriz nocturna de la fuente.

No hablo de la madeja recurrente
de sentimiento y de emoción ignota,
hablo del pájaro que en vano azota
los barrotes de hueso transparente.

Tened piedad de un prisionero herido,
de un absurdo reloj mal fabricado
de ese puño en un hueco, saturado

presillado, archivado, y escondido.
Tened piedad, porque entre el hondo miedo
quién fue el culpable adivinar no puedo.


* Estos textos fueron tomados de Raúl Hernández Novás, Poesía, Casa de las Américas, La Habana, 2007. Compilación, introducción y notas Jorge Luis Arcos.

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RAÚL HERNÁNDEZ NOVÁS
Raúl Hernández Novás (La Habana, 1948-1993). Poeta y ensayista cubano. Entre sus títulos más significativos figuran Da capo (1982), Enigma de las aguas (1983), Animal civil (1987) o Sonetos a Gelsomina (1991). Trabajó como investigador de Casa de las Américas. Con carácter póstumo, en el año 2000 le fue concedido el Premio de Poesía José Lezama Lima de carácter honorífico, del Concurso Casa de las Américas, por su obra Amnios. El 12 de junio de 1993, se suicidó en La Habana, usando un revólver del sigo XIX que pertenecía a su familia.

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