Tema: José Kozer
Alzadlo. Roce su mano su descomposición, tras
el barandal beatos
y vestales, y las
arrepentidas mirando
la escena, se les nuble
la vista: vean el coro
de espaldas, capas
pluviales, en un
callejón sin salida.
Se retire, y aún no entienda. Todavía no balan en el
redil los corderos, no
se oye mugir, gañir,
gamitar, qué se hizo
de la curruca y...
Bienestar, ésa es la realidad, y no la idea demasiado
abstracta de la felicidad.
Sentarme al atardecer al pie del Espantapájaros, a
lo lejos deje de dar
vueltas el catavientos,
haya amistad
(distributiva) entre
semillas de cebada
(actividad razonada)
y los gorriones.
Y tener un vientre equino (rumiante) poder digerir
el heno y la fajina.
El rascón a...
El libro de José Kozer, ʻEjesʼ, vuelve a ponernos ante un gran poeta de los animales, como lo fueron Bashō, Ted Hughes, Lezama.
Libro en prosa que nos convida a acercarnos a las reflexiones de Kozer sobre su hacer cotidiano que no es sino su hacer poético, su crítica, algunas lecturas favoritas y algunas anécdotas. Pero cuidado. No se mal entienda cuando digo que es libro en prosa y algún incauto crea...
En estos versos, Kozer deja hablar a esos personajes vagabundos, que se resisten a ser encasillados.
En la selva de la poesía existen numerosas especies, pero el poeta de raíz se distingue por el hecho de encarnar al mismo tiempo una especie y un individuo, una contingencia que es forma. Género y persona poética, identidad y lugar (paisaje interior y ubicación taxonómica) son ahí, en...
Hay en mi biblioteca personal un espacio destinado a las vidas de los lectores que me apasionan. En él están –entre otros– el libro que Stephen Greenblatt dedicó a Poggio Bracciolini, el secretario bibliómano del depuesto papa Juan XXIII que en Alemania, a inicios del siglo xv, encontró un...
Kozer habla aquí de su actitud ante la escritura, de poesía latinoamericana actual, de Cuba, Sarduy y el neobarroco, de sus obsesiones.