El pasado 16 de marzo, se hizo público que el fallo de la edición de este año del Premio Pritzker de Arquitectura recayó en los franceses Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal, según declaraciones de la Fundación Hyatt, que patrocina este galardón, considerado el más importante de su tipo.
Lacaton y Vassal, ambos graduados de la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de Burdeos, vienen trabajando en colaboración desde los años setenta del siglo XX, y en 1987 fundaron en París el estudio de arquitectura Lacaton & Vassal, desde el que han desarrollado una prominente obra arquitectónica y urbanística que destaca, además de por su audacia firmal, por su compromiso con las comunidades sociales y por la sostenibilidad ecológica.
Entre sus obras más sobresalientes, ejecutadas en Francia, el resto de Europa y África occidental, se encuentran la Casa Cap Ferret (1998), la Escuela Nacional Superior de Nantes (2009) y la renovación del Palacio de Tokio en París (2012), además de un buen número de edificios destinados a la vivienda social.
Según el acta del jurado del Premio Pritzker, Lacaton y Vassal “no sólo han definido un proceder arquitectónico que renueva el legado del modernismo, sino que también han propuesto una ajustada definición de la propia profesión de la arquitectura”, basada en su atención a los contextos tanto social como ecológico de sus obras, que responden –continúa el acta– “a un poderoso sentido del espacio y los materiales que crea una arquitectura tan fuerte en sus formas como en sus convicciones, tan transparente en su estética como en su ética”.
El reconocido arquitecto chileno Alejandro Aravena, galardonado en 2016 con este premio y presidente del jurado de su edición de este año, afirmó por su parte: “más que nunca, este año hemos sentido que somos parte de la humanidad como un todo. Sea por razones sanitarias, políticas o sociales, hay una urgente necesidad de construir un sentido de colectividad” que nadie encarna mejor, en el panorama actual de la arquitectura internacional, que Lacaton y Vassal, “radicales en su sutileza, en tanto exhiben una aproximación respetuosa pero directa al entorno constructivo”.
El Premio Pritzker de Arquitectura fue fundado en 1979 por el matrimonio de empresarios norteamericanos Jay y Cindy Pritzker, a través de la Fundación Hyatt, con sede en Chicago, con el objetivo de reconocer las más relevantes contribuciones a la arquitectura contemporánea. Entre los anteriores galardonados se cuentan los norteamericanos Philip Johnson (1979) y Frank Gehry (1989), el brasileño Oscar Niemeyer (1988), la iraquí Zaha Hadid y la japonesa Kazuyo Sejima (2010).
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