El documental ‘Sueños al pairo’, censurado en Cuba, participa en el BAFICI

Pasado un tiempo de su censura en Cuba, el documental Sueños al pairo, de los realizadores José Luis Aparicio y Fernando Fraguela, tuvo su premiere definitiva el pasado 24 en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI). Esta edición del evento, uno de los más significativos de la región latinoamericana, inició el 17 de marzo, con una programación en salas y online, que se extenderá hasta el próximo domingo 28. La participación de Sueños al pairo en BAFICI es una excelente ocasión para repasar sus imágenes, las cuales generaron ya una intensa discusión alrededor del férreo control ejercido por el poder político cubano sobre la sociedad civil y el campo intelectual de la isla.

Sueños al pairo propone un rescate del músico cubano Mike Porcel, quien fuera condenado al ostracismo, además de experimentar graves incidentes de repudio, durante los años ochenta, por no responder a las demandas del triunfalismo revolucionario dominante en el clima político e ideológico de la época. En puridad, el documental entreteje dos perfiles temáticos en torno a la figura del excelente cantautor, protagonista de uno de los capítulos más felices del Movimiento de la Nueva Trova.

Por una parte, los realizadores procuran visibilizar el desbordado talento de Mike Porcel a través de los testimonios de personalidades y amigos, destacadas figuras del medio artístico nacional que lo conocieron y lo acompañaron en Cuba. Por la otra, pretextan la experiencia personal del músico para mostrar el terror revolucionario de aquellos años, los ademanes de represión, exclusión y violencia condicionados por la efervescencia de una Revolución decidida, en sus momentos de mayor radicalidad, a no aceptar la diferencia de quien no militara en el horizonte de valores abierto por sus proyectos de sociedad y hombre nuevo.

La experiencia de Mike Porcel, en su condición de trovador, resulta especialmente singular a la hora de mirar la violencia intrínseca a la sociedad que se configuraba en aquellos años. El Movimiento de la Nueva Trova es la expresión cultural en la que mejor se aprecia la estética forjada por la Revolución, una mezcla perfecta de poesía y política. La nueva trova consumó una simbolización del sentimiento revolucionario donde la relación entre el individuo y el proceso social se expresaba como una compenetrada relación amorosa. La música de Mike Porcel fue, precisamente, la negación de esos códigos dentro del propio Movimiento. Además, al padecer la propia negatividad de la violencia revolucionaria, él ejemplifica la transformación de la épica porvenirista que prometía una sociedad mejor en una anulación de la libertad individual. Uno de los segmentos de Sueños al pairo donde esta anulación se representa de modo elocuente es aquel en el que se comenta la cancelación de “En busca de una nueva flor” como canción oficial del Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes de 1978. El problema de la composición de Mike Porcel era precisamente su falta de militancia en el tipo de sensibilidad estética demandada por la Revolución.

José Luis Aparicio y Fernando Fraguela participan de una tendencia sistematizada por los cineastas cubanos contemporáneos, interesados en hurgar en las memorias de la Revolución. Sueños al pairo revisa el archivo histórico cubano posterior a 1959 con el propósito de reconstruir un pasado confiscado por la oficialidad política durante todos estos años. El manejo de los materiales de archivo administra una demostración del terror revolucionario que despliega, más que una explicación de ese terror, su impacto subjetivo. Y en ese sentido, más que el pasado focalizado, el propio documental es la consecuencia de la incautación hegemónica de la Historia.