El cantautor Pablo Milanés (1943-2022), una de las voces más grandes de la música cubana y líder junto a Silvio Rodríguez y Noel Nicola del movimiento estético y generacional de la Nueva Trova, falleció a los 79 años en la madrugada de este martes 22 de noviembre en Madrid, donde permaneció hospitalizado durante varios días.
Esta vez la información del deceso fue confirmada por CiberCuba Noticias, citando “fuentes familiares”, después que personas cercanas al círculo íntimo del trovador manifestaran su pesar en redes sociales.
Luego de que corriera la falsa noticia de su muerte a inicios de este mes, a raíz de la suspensión de los próximos conciertos de su gira “Días de luz”, ese despacho artístico informó el 12 de noviembre que el autor e intérprete de temas antológicos como “Yolanda” y “El breve espacio en que no estás” estaba hospitalizado, “en una situación estable”, debido a “los efectos de una serie de infecciones recurrentes que en los últimos meses han venido afectando a su estado de salud”.
Asimismo, se especificaba entonces que tal circunstancia clínica era “secundaria a una enfermedad oncohematológica” que sufría desde hace varios años, la cual “exigió” a fines de 2017 que Milanés se instalara en la capital española para “recibir un tratamiento inexistente en su país”.
Este lunes en la noche (hora de Cuba), se conoció primero sobre el fallecimiento del músico cubano a través de un post en Facebook –que enseguida saltaría a la prensa– del realizador audiovisual Juan Pin Vilar, amigo suyo y director del documental Pablo Milanés (2017).
Siguiendo ese hilo, CiberCuba Noticias pudo confirmar la información gracias a un familiar del trovador. Esa fuente habría especificado que la última hospitalización de Pablo Milanés se debió a “un problema en la vesícula biliar y una infección urinaria”.
En el blog de Silvio Rodríguez, compañero de música a lo largo de varias décadas, y distanciado políticamente desde hace ya bastantes años, apareció este lunes 21 de noviembre una canción inédita de 1969, titulada “Pablo”:
Te conocí rasgando
el pecho de la muerte un día.
Tú no sabías nada
y eras tú quien la llevaba
de la mano. /
Y así tú seguirás,
sin reparar en tu ventaja:
que eres tú quien la lleva,
quien la doma y la amortaja,
caminando. /
Eres un espacio que se vuelve
sin espina y que se pierde
en la alegría de volverse.
Pero ya tu voz se está quedando,
ya tu mano está grabando
todo un nombre con sus dientes./
Quién que no haya visto la tristeza
con sus cuatro mil cabezas
puede oírte con descanso.
Quién que no haya amado largamente
y convivido con lo extraño
de este tiempo sin remansos./
Te conocí pegado
a la pared del cielo un día.
Ibas llevando entonces
bajo el brazo una guajira
y caminando,
caminando.
Hace apenas unos días la también reconocida cantora Liuba María Hevia escribió en su perfil de Facebook a propósito de las noticias que llegaban sobre Pablo Milanés: “La trova, la canción de autor calaron en mí gracias a ustedes [«Tú y Silvio»], se apoderaron de mí y así será hasta el final del camino. Siempre que doy un concierto lo digo con meridiana claridad. […] Mientras ofrecía un concierto en el Festival TrovAbierta, en Querétaro, México, pedí por tu pronta recuperación. Y lo hice porque formo parte de esa comunidad de iberoamericanos que te amamos, pero sobre todo porque formo parte, con orgullo, de esa multitud de cubanos que te necesitamos. Tú eres nación, cultura, poesía, belleza, música, faro y sobre todo Pablo, eres coherencia con tu pensamiento y con tu manera de entender la vida”.
“Se hace infinito el «breve espacio en que no estás», dijo Hevia tras conocer la noticia luctuosa confirmada desde España.
La revista cubana independiente AM:PM, especializada en música, despidió en redes sociales al cantor de “Ámame como soy”, “Yo no te pido” o “Yo pisaré las calles nuevamente” con esta nota sumaria: “Voz fundamental de la música cubana, desde comienzo de los años sesenta del pasado siglo Pablo Milanés se erigió como un cantante y compositor capaz de conjugar la savia popular con la poesía más honda. Su muerte deja al pueblo cubano tremendamente huérfano, en una época en que tanta falta nos hacen asideros espirituales. Para fortuna nuestra nos quedan sus canciones, eternas”.
“Pablo nuestro, nunca será un adiós, pero duele tanto”, escribió a su vez el pintor Pedro Pablo Oliva en la página de Facebook de su Casa Taller.
Instituciones prestigiosas y figuras prominentes del ámbito latinoamericano, como la Universidad Autónoma de México, o el presidente de Colombia, Gustavo Petro, también rindieron homenaje al legendario músico cubano. Este último tuiteó al final de la noche del lunes: “Cantamos con sus canciones y nos llenó el corazón y el alma. Hoy fue llamado a cantar al sublime concierto de la eternidad. Nuestro mensaje de condolencia a su familia y amigos. Descanse en paz Pablo Milanés”.
El canciller de México, Marcelo Ebrard publicó en Twitter este mensaje: “Pablo Milanés, siempre con nosotros. Descanse en paz”; mientras que la gobernadora de la capital de ese país, Claudia Sheinbaum, confesó en esa red social: “Duele la muerte de Pablo Milanés. Nos queda su bella música y letras y el hasta siempre”.
“Partió un gran compositor, maravilloso cantante y extraordinario amigo; PABLO MILANÉS, así, con Mayúsculas. Te vamos a extrañar Querido Pablo. Buen viaje. Te abrazaré y te cantaré siempre”, expresó en su cuenta oficial la cantante de origen peruano Tania Libertad, quien acompañó sus palabras con una versión junto al cubano de “El primer amor”.
Por su puesto, el establecimiento político cubano y sus instituciones culturales también lamentaron públicamente la muerte del trovador, quien fue durante años una figura especialmente incómoda debido a sus críticas frontales al régimen de La Habana, el cual –en su opinión– habría defraudado las esperanzas de los primeros años revolucionarios.
Tras la ola represiva que siguió al estallido social del 11 de julio de 2021 (11J), Pablo Milanés afirmó: “Es irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado y lo ha dado todo durante décadas para sostener un régimen que al final lo que hace es encarcelarlo”.
“Desde hace mucho tiempo, he venido expresando las injusticias y errores en la política y gobierno de mi país”, agregó entonces, y a continuación depositó su confianza “en el pueblo cubano”.
“Creo en los jóvenes, que con la ayuda de todos los cubanos, deben ser y serán el motor del cambio”, aseguró.
El mandatario Miguel Díaz-Canel, en urgente gira de negocios, dedicó un tuit mañanero a quien constituye un símbolo absoluto de la cultura popular en la isla durante las últimas seis décadas: “Ha muerto Pablo, leemos al despertar este martes en #Rusia y el dolor llega con la noticia./ Desaparece físicamente uno de nuestros más grandes músicos. Voz inseparable de la banda sonora de nuestra generación. / Mis condolencias a su viuda e hijos, a #Cuba”.
También enviaron sus “sentidas condolencias”, y aludieron al “luto” que embarga al país y a “la cultura cubana”, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, y el titular de Cultura, Alpidio Alonso.
Justamente, esa cartera emitió una nota oficial que recorre brevemente la trayectoria vital y artística de Milanés, “considerado el puente entre el Feeling y la Nueva Trova” y “autor de una obra monumental” que constituye “un referente ineludible de la identidad y la cultura cubanas”.
Como era de esperar, el Ministerio de Cultura enfatizó –obviando la evolución política del cantautor; el costado subversivo de las décadas más recientes– que “sus canciones y magistrales interpretaciones integran por derecho propio la banda sonora de la Revolución Cubana”.
“Su extensa y fecunda carrera abarca más de cuarenta fonogramas e inolvidables colaboraciones con numerosos músicos cubanos y con varios de los más grandes artistas de Nuestra América y otras regiones”, señala además la nota institucional. “Su deceso ocurre justo cuando celebramos el 50 aniversario de ese extraordinario hecho cultural que fue la Fundación del Movimiento de la Nueva Trova, del cual él es uno de los pilares fundamentales. Pablo fue un gran poeta, un gran cantor. Su obra musical es inmortal”.
Por su parte, la Casa de las Américas, que acogió y prohijó en sus inicios a los protagonistas de la Nueva Trova, citó escuetamente a Roberto Fernández Retamar a propósito de “los vínculos sagrados de Pablo con la Casa, y, en particular, con Haydée [Santamaría, su fundadora]”.
“Ante la partida del trovador, evocamos esos vínculos y nos unimos a quienes lo recuerdan vivo en su obra inmensa. Llegue a sus familiares y amigos nuestro abrazo”, declaró la institución habanera, cuyo actual presidente y exministro de Cultura, Abel Prieto, sí aprovechó la ocasión para instrumentalizar explícitamente la figura del músico y atizar con denuedo a un variado ramillete de adversarios de estos días y de siempre.
No exento de polémica aconteció el último concierto de Pablo Milanés en La Habana, a inicios del último verano.
Tras varios años de ausencia, como parte de su tour “Díaz de luz”, ya para siempre inconcluso, el artista pudo encontrarse por fin con sus seguidores cubanos en la Ciudad Deportiva, un espacio con bastante más aforo que el inicialmente proyectado por la burocracia cultural cubana, objeto por aquellos días de acusaciones por la sospechosa escasa venta de entradas al público general.
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