Publican libro sobre el caso cubano a 75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos

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Detalle de la portada del volumen ‘75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba’ (Buenos Aires, 2023) (IMAGEN www.cadal.org)
Detalle de la portada del volumen ‘75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba’ (Buenos Aires, 2023) (IMAGEN www.cadal.org)

75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba (Buenos Aires, 2023) es el título de un volumen presentado recientemente por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), con sede en Argentina. De acuerdo con esa organización no gubernamental y sin fines de lucro, este libro –disponible en línea gratuitamente– incluye “análisis de referentes de la academia, el activismo y el periodismo independiente de la isla e ilustraciones para cada uno de sus artículos”.

Los autores reunidos en este proyecto son el historiador, politólogo y disidente político Manuel Cuesta Morúa (La Habana, 1962), fundador de organizaciones como la socialdemócrata Corriente Socialista Democrática Cubana y, en 2002, del Arco Progresista; el jurista e historiador Julio Antonio Fernández Estrada (La Habana, 1975), prestigioso exprofesor titular –hasta su expulsión– en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, quien actualmente es becario del Programa de Académicos en Riesgo de la Universidad de Harvard desde el Centro David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos, y el veterano periodista independiente Reinaldo Escobar (Camagüey, 1947), fundador en 2014 , junto a su esposa Yoani Sánchez, del diario digital 14ymedio.

Los textos respectivos de esos analistas y testimoniantes se titulan: “¿Cuán Universal es la Declaración Universal de Derechos Humanos?”; “Luces y sombras de los derechos humanos en Cuba”, y “El legítimo orgullo de un cubano”.

Comprende asimismo este volumen el discurso del crítico de arte Guy Pérez de Cisneros en la presentación a votación del proyecto de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y, por supuesto, ese propio documento de gran trascendencia histórica. Cada uno de sus artículos está ilustrado por los artistas cubanos Julio Llópiz-Casal (La Habana, 1984), María Esther Lemus Cordero (La Habana, 1990) y Renier Quer Figueredo (La Habana, 1983).

El compilador Gabriel C. Salvia, director general de CADAL, ubica esta publicación en su particular circunstancia: “El contexto son los 75 años que se cumplen de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos el 10 de diciembre de 2023”, escribe en la presentación del libro, “y el hecho que en este mismo año Cuba se someterá al cuarto examen periódico universal en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU y se postulará a la reelección como miembro del CDH”.

“Cuba representa en el CDH al Grupo Latinoamericano y Caribeño (GRULAC), que integran 33 países y es uno de los 3, junto a Saint Kitts y Nevis y Santa Lucía, en no haber ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU. Cuba tampoco ratificó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”, recuerda puntualmente Salvia.

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A su vez, la antropóloga y promotora cultural Hilda Landrove, cubana asentada en México, prologa esta edición conmemorativa, y ofrece un ágil panorama tanto del propio volumen como, en un sentido más amplio, de la situación de los derechos humanos en la isla.

“La compilación de textos que conforman este libro no solo contribuye al reconocimiento de una historia cubana sobre los derechos humanos, con sus puntos de esplendor en el aporte a la redacción de la Declaración en 1948, el largo período de oscuridad en el que han sido negados y/o instrumentalizados por el gobierno totalitario, y la insistencia de la oposición y la disidencia en apelar a ellos como herramienta legítima en la disputa contra el poder. Aporta también a una discusión más amplia, permanente y siempre relevante, sobre la universalidad de los derechos”, advierte Landrove.

Con un diagnóstico lapidario y, especialmente, con una escena que epitoma el devenir de la cuestión bajo el totalitarismo isleño, comienza su prefacio la investigadora: “Los derechos humanos han sido para el gobierno cubano, durante gran parte de sus seis décadas de existencia, un tema tabú́. Lo han sido también para una gran parte de la población cubana, educada por generaciones en la falacia de que los derechos humanos son una invención burguesa, destinados a sostener el capitalismo e incapaces de contribuir, en el contexto de una revolución, a la lucha del proletariado por construir una nueva sociedad. El grupo de cubanos que gritaban, en un acto de repudio contra Oscar Elías Biscet, «Abajo los derechos humanos», son probablemente la imagen más desgarradora del desprecio construido por la propaganda del gobierno cubano, y asimilado por gran parte de la población en relación a los derechos humanos”.

CADAL, fundación privada “apartidaria” que fue constituida el 26 febrero de 2003 en la ciudad de Buenos Aires, declara como su misión “promover los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional”.

1 comentario

  1. Me resulta incomprensible que Cuba pueda integrar cualquier comision referente a DDHH y estar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Es una afrenta a los paises democraticos, que respetuosos de los derechos humanos tengan que soportar que un pais que desde mas de seis decadas oprime a su gente en una dictadura sangrienta, tenga ese poder dentro de la ONU.
    Lamentable, y no solo Cuba, China y Rusia, entre otros, tampoco tienen jerarquia moral para hablar de derechos humanos. Estamos muy mal si toleramos estos atropellos y permitimos asi que ellos sigan avanzando mientras las democracias retroceden en el desamparo de la burocracia internacional.

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