Lynn Cruz y Miguel Coyula conversan sobre el tour académico de ‘Corazón azul’ por Estados Unidos

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Fotograma de ‘Corazón azul’ (2021); Miguel Coyula (IMAGEN Verkami)
Fotograma de ‘Corazón azul’ (2021); Miguel Coyula (IMAGEN Verkami)

Nueve universidades de Estados Unidos proyectarán Corazón azul (2021), el tercer largometraje de ficción del realizador cubano Miguel Coyula a partir del martes 31 de octubre con una primera parada en Florida Atlantic University. Cada proyección irá acompañada de una presentación, un debate posterior y una clase magistral a cargo del director y Lynn Cruz, productora y actriz.

El itinerario continúa, durante toda la primera quincena de noviembre, en Arizona Satate University (miércoles 1ro); Florida Internacional University (viernes 3); Eckerd College (domingo 5); University of Connecticut (martes 7); Princeton University (jueves 9); The New Scholl (viernes 10); SUNY Oswego (lunes 13) y Universidad de Santa Bárbara (jueves 16), que será la última estación de esta ruta universitaria.

“Este recorrido por universidades de los Estados Unidos, como citas anteriores en espacios académicos, surgió gracias a una invitación”, dijo el realizador a Rialta noticias a propósito de estas proyecciones. Junto a Lynn Cruz comentaron: “Primero fuimos convocados por SUNY Oswego y después se sumaron las restantes”.

“A mis películas les ha ido muy bien en el ámbito universitario, están en varias bibliotecas, que ofrecen múltiples oportunidades de visionado. Además, estas presentaciones son una nueva oportunidad para ver el cine en pantalla grande. Siempre que la proyección sea de buena calidad, la academia es un espacio ideal para el cine que hago. ¡Una de mis experiencias más interesantes ha sido compartir con alumnos de Princeton Highschool, y este año se repetirá!”, agregó el director.

Miguel Coyula, que lleva “casi 20 años realizando esta clase de evento, no sólo en el ámbito universitario”, informó que “además de las nueve universidades que acogerán Corazón Azul, Le Moyne College proyectará Memorias del desarrollo (2010)”, donde irá a impartir una clase magistral el 14 de noviembre.

Desde el momento de su irrupción en el panorama fílmico cubano, este director llamó la atención por su transgresor manejo de los recursos expresivos y narrativos del cine. Sus películas, en las que personajes incapaces de encajar en sus circunstancias y atenazados por angustias de muchos tipos se enfrentan a un orden social que los repele, están resueltas bajo un singular pastiche genérico y de códigos estilísticos.

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En Corazón azul, que ocupó una década de trabajo al realizador, esa experiencia estética alcanza una singular plenitud y radicalidad, al punto de ser uno de los ensayos más originales y desafiantes del cine cubano contemporáneo. En sus clases magistrales, Miguel Coyula procura mostrar al público los ardides a través de los que cimenta esta obra y, a partir de ella, “ofrecer herramientas a los estudiantes para leer el audiovisual de forma distinta”.

“Mi propuesta es deconstruir el filme, sus estrategias creativas y de producción, junto al público”, dice el realizador, “desde todas las disciplinas: estructura, personajes, códigos narrativos, fotografía, movimientos de cámara, montaje, diseño sonoro, efectos visuales, postproducción, técnicas de cine de guerrilla utilizadas, el trabajo con actores profesionales y naturales en una misma escena…, así como su relación transmediática con la literatura, en este caso con mis novelas La isla Vertical (2022) y  Mar Rojo, Mal Azul (1999), que se desarrollan en universos similares al del filme.”

El realizador agregó que en estos encuentros siempre procura mantener “el delicado balance de no dar nada por sentado en cuanto a interpretaciones, de no revelar con certeza lo que significa para mí la película, pues estaría arruinando la experiencia sensorial de otra persona que puede tener una percepción diferente”.

Añadió que le gustaría “conversar también sobre las proyecciones caseras en Cuba como única forma altruista de mostrar la obra. De cualquier manera, la experiencia de debate con Corazón Azul puede ser inesperada, depende mucho de las especialidades de los estudiantes, si son de literatura, ciencias políticas, cine…”

Confiesa el director de Cucarachas rojas y Nadie que trabajar “con estudiantes de cine es muy estimulante, pues ellos pueden realizar las estrategias que propongo”. Es diferente “cuando viene un director de la industria a hablarles de algo que no está a su alcance inmediato. Existe un prejuicio de que el cine independiente es un cine realizado con dos o tres actores en dos o tres locaciones. Pues se trata de probar que no tiene que ser así, de transmitir que ser independiente no significa renunciar ni a la consistencia estética, ni, sobre todo, a ninguna clase de contenido. En una época donde se perfila cada vez más la corrección política, esta es una oportunidad para romper los moldes impuestos muchas veces por ese cine independiente que termina respondiendo a un mainstream de contenidos aprobados”.

La película estrella del recorrido universitario, Corazón azul, teje un futuro distópico, en el que un grupo de jóvenes, excreciones de un fallido experimento genético abierto por Fidel Castro, con el delirante propósito de forjar un Hombre Nuevo acorde a su modelo de sociedad, deciden rebelarse contra ese poder que los fuerza a vivir en los márgenes, sin posibilidad alguna de libertad. Coyula logró retratar la figura autoritaria de Castro como núcleo traumático de la descolocación social y existencial de varias generaciones de cubanos. Y, especialmente, ese argumento parece incomodar a las autoridades políticas y los agentes de censura que han vetado la proyección del filme en varios escenarios.

“Aunque hemos presentado Corazón azul en nuestra casa en La Habana a grupos de NYU y la experiencia ha sido muy buena, quiero ver su efecto en el mismo contexto universitario”, comentó Lynn Cruz. “Siento mucha curiosidad. Especialmente porque en los festivales de Bielorrusia y Marruecos, donde nos censuraron a pesar del interés de los programadores, las comisiones revisoras para expresar el desacuerdo con el filme se escudaron en la escena de sexo. Sabemos que es una de las escenas conflictivas, pero no la más conflictiva para la monarquía marroquí o el Partido de Lukashenko. Aunque hemos respirado siempre una atmósfera de libertad en las universidades de los Estados Unidos, sabemos que Corazón azul provoca muchas reacciones”.

La elocuencia con que las obras de Coyula, en especial este tercer largometraje de ficción y su documental Nadie, exponen la capacidad destructora del poder totalitario y el fracaso del proyecto social prometido por la ideología revolucionaria, ha empujado a la Seguridad del Estado cubano a tomar represalias contra él y Lynn Cruz, su pareja. En Cuba, está prohibida la presentación de sus trabajos en espacios administrados por el Estado, razón que ha motivado la exhibición de Corazón azul en su casa para los pocos invitados que puedan asistir en cada oportunidad.

“En 2017, mientras competía en festivales de todo el mundo, estuve presentando Nadie en universidades de Estados Unidos”, contó Cruz. “Por primera vez pude estar en un debate diáfano sobre una película. En Cuba esos espacios son controlados para que los moderadores no permitan que sus invitados (una audiencia siempre limitada) se salgan del marco establecido; de modo que sería impensable para nosotros, dado el contenido de las películas de Producciones Pirámide, tener acá una retroalimentación directa con el público. Dentro de la isla, la última vez que Coyula estuvo invitado a un espacio cinematográfico de debate, fue durante la Muestra Joven ICAIC del 2016, cuando estábamos produciendo la serie web Rafael Alcides, antecedente de Nadie. Luego de que él explicara su método de producción en un panel sobre “cine hecho en la diáspora”, y ejemplificara con el Episodio 6 de la serie, el comité organizador fue prácticamente obligado a renunciar por presiones de la Seguridad del Estado. ¡Entonces entendí, de primera mano, el poder de las imágenes!”

“Discutir las películas, en nuestro caso, es vivir el proceso al revés”, enfatizó la actriz, protagonista de Corazón azul. “Los grandes monopolios del cine y de los medios en general trabajan con equipos encargados de definir cuál o cuáles mensajes importan y a qué audiencia van destinados. Producciones Pirámide descubre a su audiencia una vez que termina la película. El mensaje más importante que contienen estas es que «no debe haber nada sagrado en el arte»”.

En los mismos días en que trascurre el tour académico de Corazón azul, Lynn Cruz ofrecerá un taller especial en Le Moyne College. A propósito, explicó: “En 2018 fui invitada por Ulises Mejías a impartir un taller en SUNY Oswego, titulado El monólogo interior y el silencio en el escenario, que aborda la metodología de trabajo del grupo Teatro Kairós LCAP. Un colectivo que dirijo desde el 2011 en La Habana, que funciona de manera itinerante debido a que hacemos teatro fuera de la institución dentro de un contexto autoritario. La metodología para el trabajo se basa en mis experiencias como actriz durante años, en las experiencias de construcción de cada uno de mis personajes. Ahora el Departamento de Teatro de Le Moyne College, junto al de Comunicación y Lenguas, me invitan a introducir esa metodología en sus estudiantes. Y estoy muy feliz, porque a la vez conversaré sobre la importancia que tiene para mí hacer el teatro en la forma en que lo hago, así como del nuevo proyecto Renunciación, que será una obra audiovisual del poema Renuncio, por el momento deliberadamente anónimo”.

“Durante el período que practiqué la técnica Meisner, con el profesor Stephen Bailey en La Habana, pude combinar por mi cuenta esta experiencia con las ideas de Antonin Artaud. Me gustan las actuaciones estilizadas, por tanto, recuperar el sentido místico en la actuación es la revelación más grande que he tenido en mi vida de actriz. Y esto se lo debo a la repetición, base del entrenamiento de Meisner, que Artaud convierte en un ejercicio religioso”.

“A propósito, pienso dar cuerpo teórico a esa experiencia a partir del trabajo con otros actores, es uno de los proyectos para mi jubilación del mundo activo del cine, revela Cruz. “Ahora mis energías están enfocadas en la escritura –trabajo en una nueva novela: Reventar en paz, sin embargo, acepto siempre que me invitan a impartir talleres por un tiempo corto, o a talleres que incluyen el montaje de una obra”.

En su recorrido por Estados Unidos Corazón azul irá escoltada por su director y su protagonista y productora y se espera que siga despertando interés en los espectadores. El crítico brasileño Paulo Paranagua la consideró recientemente como “una de las grandes películas de nuestro siglo”. Tras su estreno internacional en el 43 Festival de Moscú, Corazón azul pasó por otros certámenes como el Festival de Cine en Guadalajara, donde recibió el Premio Jorge Cámara, auspiciado por la Hollywood Foreign Press Association (HFPA) y, próximamente, llegará a salas del Africa Human Rights International Film Festival, en Nigeria, cuya edición de 2023 tendrá lugar del 8 al 10 de diciembre.

ÁNGEL PÉREZ
Ángel Pérez (Holguín, Cuba, 1991). Crítico y ensayista. Compiló y prologó, en coautoría con Javier L. Mora y Jamila Media Ríos, las antologías Long Playing Poetry. Cuba: Generación Años Cero (Casa Vacía, 2017) y Pasaporte. Cuba: poesía de los Años Cero (Editorial Catafixia, 2019). Tiene publicado el libro de ensayos Las malas palabras. Acercamientos a la poesía cubana de los Años Cero (Casa Vacía, 2020). En 2019 fue ganador del Premio Internacional de Ensayo de la revista Temas, en el apartado de Estudios de Arte y Literatura. Textos suyos aparecen en diversas publicaciones de Cuba y el extranjero. Vive en La Habana.

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