Escritor cubano Carlos Manuel Álvarez apunta a la “debilidad” del régimen de La Habana al impedirle retornar a su país

El escritor y periodista cubano Carlos Manuel Álvarez, reconocida voz crítica frente al gobierno de La Habana, tiene prohibida la entrada a su país, según pudo comprobar la víspera cuando intentó abordar en Estados Unidos un vuelo comercial hacia la isla, donde lo esperaba su familia tras casi dos años de separación. Álvarez articuló este lunes una incisiva pero meditada denuncia no sólo de su caso, sino también del similar “destierro” a que han sido condenadas en los últimos meses las activistas Anamely Ramos y Omara Ruiz Urquiola.

“Hoy a las 3:32 PM debería yo abordar el vuelo 837 de American Airlines con destino a La Habana desde el Aeropuerto Internacional de Miami, pero el régimen político de mi país me acaba de negar la entrada a la isla”, había explicado este domingo el autor de Falsa guerra (Sexto Piso, 2021) mediante un post de Facebook. “Los funcionarios de la aerolínea no han sabido ofrecerme ninguna explicación, sólo que no pueden permitirme abordar. You have been denied from Havana, me han dicho”.

Este episodio integra desde ya una larga tradición isleña que tiene en la exclusión de opositores y activistas políticos una de sus formas más recurrentes. En los últimos meses, el régimen cubano no sólo ha impedido el regreso de ciudadanos disidentes a territorio nacional, sino que ha empujado al exilio a varias de las figuras presumiblemente más incómodas dentro de la sociedad civil cubana independiente.

“Estoy calmado, el dolor es ya permanente”, escribió Álvarez. “Siento que compartir en este momento el destino de dos mujeres como Anamely Ramos y Omara Ruiz Urquiola justifica mi vida. Quiero creer que he ido al límite en el enfrentamiento a la injusticia directa que durante décadas ha subyugado a mi país, y que hay un premio secreto en el castigo del tirano, porque tu dignidad ha hecho que revele su naturaleza, algo que el tirano siempre quiere esconder”.

Durante una transmisión en vivo compartida a través de su perfil en Facebook y el de la revista El Estornudo (de la cual es director), Álvarez reiteró este lunes en la tarde que siente “una especie de orgullo secreto” por el hecho de “compartir destino” con gente como Ramos y Ruiz Urquiola. De hecho, los tres formaron parte del grupo de acuartelados, hace exactamente dos años, en una casa del barrio San Isidro para protestar contra la represión ejercida sistemáticamente por el Estado cubano y, específicamente, denunciar el arresto y enjuiciamiento express del rapero contestatario Denis Solís.

Asimismo, el intelectual valoró la negativa del gobierno –que aún lo tendría “consternado”, aun cuando la sabía una posibilidad cierta– como “un premio agridulce” pues, dijo, “significa que incidimos sobre el monopolio del poder en Cuba”.

Pese a tener conciencia de los “los riesgos que tiene”, Álvarez insistió esta vez en su disposición a sumarse a “cualquier iniciativa para retornar a Cuba de manera conjunta”.

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“El retorno de una comunidad en pleno es quizá la vía que nos queda”, había manifestado en su publicación inicial.

Ahora, pasadas algunas horas, reconoció “lo solemne”, “lo grandilocuente” e, incluso, “lo demagógico” que pueden sonar tales palabras. Sin embargo, reflexionó también sobre la aparente imposibilidad a priori de muchas iniciativas cívicas que han tenido lugar en Cuba durante los últimos años: señaladamente, el estallido social acontecido el 11 de julio de 2021 (11J), cuando decenas de miles de cubanos se manifestaron en las calles contra el poder político vigente.

Además de encontrar esperanzas en esos acontecimientos que “parecían fuera del rango de nuestras posibilidades”, Álvarez –quien salió de la isla por última vez a inicios de 2021, tras una serie de detenciones, interrogatorios y reclusiones domiciliarias– subrayó que la arbitrariedad de hechos como la prohibición de retorno al país desnuda ciertamente una “debilidad” en el control del poder político: “porque ellos preferirían no hacer algunas cosas de manera tan evidente”, apuntó.

Autor de otros libros como La tribu. Retratos de Cuba (Sexto Piso, 2017) y la novela Los caídos (Sexto Piso, 2018), Carlos Manuel Álvarez sostuvo que cualquier avance reciente en términos políticos frente al régimen cubano, más allá de los avatares individuales, “es resultado de la gestión de una comunidad entera”. En lo que a sí mismo respecta, confesó que en los últimos tiempos se pregunta una y otra vez “cómo participar en tanto exiliado de la vida pública cubana”.

“Por otra parte”, había dicho este domingo el joven escritor, “desde Heredia hasta Arenas, también al exilio pertenezco”.