El cine joven e independiente cubano despidió con fuerza el 2021 y anuncia buenas nuevas para el nuevo año

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Parte del staff de ‘Los puros’, de Carla Valdés. Premiación en el 42 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana. (Imagen Instagram / Carla Valdés León)
Parte del staff de ‘Los puros’, de Carla Valdés. Premiación en el 42 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana. (Imagen Instagram / Carla Valdés León)

La segunda edición del Festival de Cine INSTAR, auspiciado por el Instituto Internacional de Artivismo “Hannah Arendt”, el premio Coral al mejor cortometraje documental otorgado a Los puros de la joven realizadora Carla Valdés en el 42 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, y los anuncios de estrenos y participaciones en prestigiosos certámenes internacionales, confirmaron en el final del año 2021 la buena salud de la creación y la producción independientes en el séptimo arte cubano.

Durante la primera mitad de diciembre, coincidieron –de manera nada casual, por supuesto– los dos eventos mencionados, y en buena medida, al menos para el cinéfilo atento, se estableció entre ellos un diálogo tácito en que el Festival de Cine INSTAR interpelaba los límites oficiosos de la cita continental fundada en 1979.

Mientras esta última ocupaba como siempre las grandes salas habaneras, proyectaba importantes producciones de Latinoamérica y otras partes, y en general se sostenía como la principal vitrina de la industria cinematográfica oficial cubana, el festival independiente acogió y exhibió online, en su mayoría, películas de outsiders y jóvenes cineastas, a menudo obras vanguardistas y/o censuradas por la institucionalidad gubernamental en la isla.

Rialta Noticias destacó la inclusión en el tradicional certamen habanero de varias producciones independientes de gran valor estético como El rodeo, de Carlos Melián; Última canción para Mayaan, de Lisandra López Fabé; Hapi Berdey Yusimi in Yur Dey, de Ana A. Alpízar;  Terranova, de Alejandro Alonso y Alejandro Pérez; Entre perro y lobo, de Irene Gutiérrez, y el premiado Los puros, de Carla Valdés.

Carte de ‘Vicenta B’; Carlos Lechuga (IMAGEN Facebook / Cacha Films)
Carte de ‘Vicenta B’; Carlos Lechuga (IMAGEN Facebook / Cacha Films)

“En Cuba, la experiencia cinematográfica independiente experimenta una asombrosa vitalidad. Estas películas eslabonan nuevas miradas sobre el mundo, muestran comportamientos y situaciones sociales escamoteados durante mucho tiempo por la política presuntamente revolucionaria, y ensayan modos de expresión y narrativas inéditas en la tradición audiovisual del país”, escribió el crítico Ángel Pérez.

El galardón a Los puros ratificó la relevancia a estas alturas insoslayable del fenómeno independiente en el cine cubano actual. Carla Valdés lo dedicó a los padres –“los puros”– de su generación, “por todo el sacrificio que hicieron para que fuéramos felices”. Identificó un “desafío”, sin embargo, en “seguir transformando, para tener un mejor país”, y finalmente pidió: “que no se nos cancele/condene por eso…”.

Justamente, el cineasta Rolando Díaz (1947), radicado desde hace años en España, aprovechó uno de los escenarios del festival de La Habana para condenar los “deleznables actos de repudio” contra disidentes y activistas políticos en el país y para expresar solidaridad con jóvenes colegas cuyas obras han sufrido la censura de las autoridades culturales en Cuba.

“El miedo, ese miedo que tengo yo mismo al expresar estas ideas ahora, devora el alma […]. El miedo devora el alma, pero la dignidad es el único antídoto contra la autofagia”, afirmó Díaz en el cine Acapulco, antes de la proyección de su filme Dossier de ausencias (República Dominicana, 2020). Sostuvo asimismo que “acontecimientos de rebeldía” como los del 11 de julio último (11J), su “antecedente vital del 27 de noviembre [27N]” y la “frustrada” marcha que debió realizarse este 15 de noviembre (15N) han marcado “un antes y un después” en la historia reciente de Cuba.

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“Me considero parte del cine nacional”, aseguró el director de populares cintas cubanas de los ochenta como En tres y dos (1985) y Los pájaros tirándole a la escopeta (1984). “Sobre todo del que hacen y han hecho jóvenes cineastas de gran talento como Carlos LechugaMiguel CoyulaJosé Luis AparicioFernando FraguelaCarlos QuintelaHeidi Hassán, Patricia Pérez…, los últimos tres nombres ya están en el exilio”.

Buena parte de esa nómina, y más, estuvo representada en la cita virtual de INSTAR, que anunció fondos de producción en los géneros de documental y ficción, así como para distribución, el cual recayó en la muy elogiada Quiero hacer una película de Yimit Ramírez.

Otra iniciativa destacada fue la retrospectiva del cineasta Manuel Marzel, con versiones remasterizadas de tres de sus más relevantes obras: A Norman McLaren (1990), Evidentemente comieron chocolate suizo (último rollo) (1991) y La ballena es buena (1991).

Cartel de ‘Tundra’; José Luis Aparicio (IMAGEN Facebook / José Luis Aparicio)
Cartel de ‘Tundra’; José Luis Aparicio (IMAGEN Facebook / José Luis Aparicio)

Al cierre de ese festival, su programador y curador principal, el joven realizador José Luis Aparicio, resaltó el interés en ofrecer una “perspectiva lo más amplia y diversa posible del cine hecho en Cuba del 2019 hasta la fecha”.

“Nos interesaba un tipo de cine híbrido, […] una curaduría como mucho más de avanzada, que rompa esas taxonomías de «ficción», «documental»… de los festivales más tradicionales”, explicó. “Tuvimos cuatro presentaciones especiales: dos de estas películas fueron censuradas en la isla […], Corazón azul y Quiero hacer una película, pero también pusimos A media voz, que es un largometraje muy relevante del cine cubano de los últimos años y que se ha visto poco en Cuba, y Dancing in the Street, una película experimental y coral, hecha por un montón de realizadores de todo el mundo”.

Según Aparicio, la “alternativa” de hacerlo online surgió porque a los organizadores les parecía que “iba a ser imposible realizarlo de una manera presencial por todo el hostigamiento [gubernamental] que hay hacia INSTAR”. Para gente interesada dentro de la isla se facilitaron, apuntó, recargas y códigos abiertos, y se habilitaron incluso algunos cine-clubs.

El propio José Luis Aparicio recibió otras buenas nuevas durante el último mes de 2021: su cortometraje de ficción Tundra –con guion de Carlos Melián– fue incluido en el Festival de Sundance (del 20 al 30 de enero), donde tendrá en 2022 su estreno norteamericano.

Por otra parte, el censurado documental Sueños al pairo, de Aparicio y Fernando Fraguela, sobre la represión y el exilio del cantautor cubano Mike Porcel, ganó este diciembre el premio a “mejor representación cultural” en el Festival Internacional de Cine Austral en Córdoba, Argentina.

Asimismo, Fraguela –quien, por cierto, estrenó en el evento de INSTAR su más reciente obra, El matadero– estuvo en Madrid para la presentación de Sueños al pairo durante el Festival Internacional de Cine por la Memoria Democrática (FESCIMED).

En 2020, dicha cinta fue purgada por autoridades del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos de la programación de la Muestra Joven ICAIC, lo que generó una inmediata reacción solidaria en redes sociales y medios independientes cubanos, así como, sobre todo, la ostensible protesta de otros noveles realizadores de la isla, algunos de los cuales retiraron sus obras de ese certamen a la postre malogrado.

La Cineteca de Madrid acogió también, el pasado 6 de diciembre, una tanda de seis cortometrajes titulada “Limbos cubanos: La ciencia ficción según Rafael Ramírez”, que revisó parte de la obra del “realizador cubano más inclasificable del presente”, según el crítico Dean Luis Reyes.

En su mayoría, los cortos exhibidos en la capital española fueron producidos mientras Ramírez aún cursaba estudios en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños. El programa –que incluyó además un coloquio con el propio autor– hizo parte del “Ciclo Docma”, organizado la Asociación de Cine Documental, creada en España en 2006 por documentalistas, estudiosos, docentes y amantes del género.

Igualmente antes del cierre de 2021, Cacha Films dio a conocer el primer póster de Vicenta B, la más reciente película de Carlos Lechuga, director de Melaza (2012) y Santa y Andrés (2016).

La productora independiente destacó en redes sociales la importancia de los roles femeninos en la realización de este largo de ficción: “Linnett Hernández Valdés encabeza el reparto de esta película filmada en Cuba y que tiene un equipo formado mayormente por mujeres todas estrellas. Claudia Calviño produce, Denise Guerra en la foto, Joanna Montero edita, Alisa Osvaldovna diseñó el vestuario, Olga Sanchez fue la asistente de dirección, Marian Cueto como line producer…”.

Cartel de ‘Abisal’; Alejandro Alonso (IMAGEN Facebook / Abisal)
Cartel de ‘Abisal’; Alejandro Alonso (IMAGEN Facebook / Abisal)

Finalmente, se conoció en las últimas semanas que Abisal, laureado documental del cubano Alejandro Alonso, hará parte de la selección oficial del Festival de Cortometrajes de Clermont-Ferrand 2022, que tendrá lugar en esa localidad francesa del 28 de enero al 5 de febrero venideros.

“Cada selección en un festival es una gran felicidad”, se lee en la página oficial de la película en Facebook. “Qué decir cuando se trata del festival de cortometrajes mas importante del mundo”.

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